¡Pedri! ¡Pedri! ¡Pedri! ¡Pedri!
En 11 meses ya sin acudir al Camp Nou, los socios, abonados y aficionados culés se han perdido, además de 19 partidos, muchos momentos que hubieran sido carne de tertulia. Hubiera sido interesante ver cómo se comportaba la afición en los últimos meses de Bartomeu, cómo hubiera recibido a los jugadores en el primer partido tras el 2-8 ante el Bayern, cómo se hubiera despedido a Setién perdiendo la Liga, como habría reaccionado al burofax de Messi, cómo hubiera recibido a Koeman en el banquillo o cómo trataría a ese Araujo que se anticipa, cuerpea y corta con el hambre de un novato y la mentalidad de un veterano. Podemos jugar a adivinar qué habría pasado en esos casos, pero lo que aseguramos es que el Camp
Nou ya habría coreado más de dos y de tres veces el nombre de Pedri. Es la revelación europea del año. Por el talento y por el desparpajo. Por la forma de conducir el balón y de tomar las buenas decisiones. Por su regate, por su llegada, por su visión al espacio, por la forma de entenderse con Leo y de romper líneas. Por su punta de velocidad corriendo para atrás. Por su aportación al espectáculo... Por todo ello, no dudo que habría puesto en pie al Camp Nou. Además, su nombre tiene dos sílabas, cinco letras, y las dos vocales (e,i) andan colocadas como las de Messi. ¡Pedri! Lo mejor del año confinados ●