El último tren

Sevilla es el último tren para el Barça en Liga y en Copa. ¿Cuál preferiría ganar el aficionado barcelonista? Seguramente la mayoría apostaría por pasar a la final de la Copa, pero el equipo debe dar la cara en los dos y mantenerse enchufado en el campeonato liguero. Koeman apretó a la vieja guardia antes del partido del Elche y la primera parte de los blaugrana fue una castaña. En la segunda reaccionaron. Los jugadores, tan alabados en esta recta final de la campaña, deben empezar a responder en una temporada excesivamente irregular y después de algunos años en los que no han sabido competir en los partidos grandes de la Champions.

ES EL MOMENTO DE COGER EL ÚLTIMO tren. Para ello va a ser necesario mentalidad. Sobre todo, la necesaria para contagiar intensidad e ir a por el partido desde el primer minuto sin limitaciones ni regulación. ¿A qué están esperando los futbolistas para que los aficionados se sientan orgullosos de ellos? Esta es una buena oportunidad para congraciarse con la ‘gent blaugrana’, excesivamente golpeada en la última etapa y muy necesitada de recuperar las buenas sensaciones. Eso, al final, solo está en los pies y en la cabeza de los futbolistas. Siempre lo ha estado. Pero deben cumplir.

ES EL MEJOR MOMENTO. El Sevilla es un rival de altura y nadie lo dirá obviamente, pero cualquier entrenador querría ser el director de esta plantilla blaugrana, que tiene sin duda carencias, pero posee un once titular capaz de competir al máximo nivel ante cualquier adversario. Falta que todos se pongan y que ese espíritu agonístico que siempre tienen los italianos o el ritmo constante de los alemanes o la intensidad de los equipos ingleses se apodere de los futbolistas que deberán decidir la temporada en dos partidos ante el Sevilla. Uno en el Sánchez Pizjuán y otro en el Camp Nou. Seguro que quieren. Eso no lo puede dudar nadie, porque no entraría en la cabeza otra opción. Falta que puedan. Calidad existe.

Hay que acompañarla con determinación y orgullo todo el partido ●