Adiós prematuro a la liga
→ El empate en Stamford Bridge aleja un poco más al United de un City que tiene todo de cara
Chelsea, 0
Mendy; Azpilicueta, Rüdiger, Christensen; Hudson-odoi (James, 46'), Kanté, Kovacic, Chilwell; Ziyech (Werner, 78'), Mount; Giroud (Pulisic, 65')
Manchester United, 0
De Gea; Wan-bissaka, Lindelöf, Maguire, Shaw; Mctominay, Fred, James, Bruno Fernandes, Rashford; Greenwood (Martial, 78')
Goles: No hubo
Tarjetas: AMARILLAS: Fred (50'), Chilwell (62'), Maguire (79')
Árbitro: Stuart Attwell
Estadio: A puerta cerrada en Stamford Bridge
→ Existen encuentros predestinados a acabar en empate, ninguno tan manifiesto como el que enfrentó al Chelsea y al United. El 0-0 explica un guion en el que el esfuerzo triunfó ante la escasa inventiva de dos conjuntos que no merecieron más. Un punto agridulce, sobre todo para un Solskjaer que semana a semana pierde la esperanza de discutirle a su vecino una Premier en la que ha colaborado en allanarle el camino.
Fue una jornada de mucha brega en Londres en un choque en el que se impuso la fuerza al talento. La pizarra a la perspicacia. Un primer tiempo hipnótico, sin apenas presencia de Mendy y De Gea. Por momentos el Chelsea y el United transitaron a trompicones, sin tener un horizonte claro. Se anularon uno a otro sin que hubiera nada que llevarse a la boca: ni un tanto, ni una jugada que sacara del embrollo a dos equipos que a veces pecaron de ser demasiado canónicos en Stamford Bridge.
En el recuento el United computó un disparo lejano de Rashford. Bruno Fernandes apenas entró en escena y se resintió el equipo, que se quedó sin gatillo. Cosas del sistema con el que se desempeña Tuchel en un Chelsea que ha ganado en orden. Kanté le da equilibrio al equipo. Sin Jorginho, pierde inteligencia. Y eso le obligó a encontrar a Giroud, un futbolista anárquico, acostumbrado a arreglarse la vida. El veterano ariete, sin embargo, no pudo marcar la diferencia como hizo en Champions frente al Atlético de Madrid.
Un penalti por una mano involuntaria de Hudson-odoi pudo haber cambiado la narrativa del encuentro pero el árbitro no castigó la imprudencia. Todo mejoró en cambio en el segundo tiempo. Se jugó sin el rigor del arranque, mucho más liberados ambos en Stamford Bridge. Escenario que emplazó a la intervención inmediata de los dos arqueros. De Gea sacó una mano salvadora a contrapié a Ziyech, de esas que suele hacer para reivindicarse, y Mendy neutralizó un buen golpeo de Mctominay.
No fue ni mucho menos una tarde inanimada, más bien entusiasta aunque falta de acierto. El Uni- ted acreditó una vez más que sin la mejor cara de Bruno Fernandes y de Rashford pierde muchos argu- mentos para imponerse a domici- lio frente a un Chelsea que con Tu- chel no conoce aún la derrota: seis triunfos y tres empates hasta la fe- cha. El alemán ha cambiado la ca- ra del cuadro de la capital a pesar de que el punto no le sirva para en- trar en zona de Champions. Al de Solskjaer le deja más lejos aún del City, el gran beneficiado de la ba- talla de Londres ●