Juego, resultados, alegría y sensaciones
El estado de forma del Barça ha pasado ya de ser una anécdota a ser una realidad. Es innegable que Koeman ha conseguido compactar un grupo y una idea; que ha ido moldeando un Barça que ha pasado por muchas lagunas durante el curso para llegar al tramo más importante de la temporada en las tres unidades de medida más importantes: el juego, los resultados y las sensaciones. En la primera de ellas, el juego, el técnico holandés ha implantado un sistema que no solo funciona, sino que sorprende. Los puristas del estilo aparecerán con la crítica cuando se pierda un partido, pero lo cierto es que la clave está siendo no jugar con extremos, sino llegar por bandas y finalizar con centro o remate. Y en esto Alba y Dest están demostrando que no solo se desempeñan de manera admirable poniendo centros sino también ocupan zonas de remate y marcan.
El segundo termómetro de este Barça son los resultados, que alimentan la convicción de un grupo que se muestra más unido que nunca. El jugar con tres centrales permite generar superioridad en cada salida, lo que está permitiendo brillar a Busquets, mientras Dembelé
en punta estira al equipo contrario, permitiendo a los jugones Messi, Pedri y
Griezmann recibir en zonas intermedias, dominar por dentro. Como guinda al pastel, jugadores de la cantera como
Ilaix también disponen de minutos. Y por último las sensaciones. El Barça afrontará el tramo final de curso en su mejor momento. Mientras que Atlético está, igual que los culés, centrados en la competición doméstica, el Madrid acusará sin duda sus opciones en Champions y le va a pesar el cúmulo de partidos en una delantera que depende demasiado de Benzema.
Veremos cuál será el desenlace de Laliga, al que el Barça se presenta con presidente, alegría y confianza ●