“Vamos, pítalo, pítalo”, gritó la ‘grada’ blanca
→ El posible penalti de Mendy desató una ‘guerra’ en la tribuna del Di Stéfano
→ El Clásico fue raro porque un partido así, sin público en las gradas es menos partido. Pero eso no significa que todo estuviese en silencio. El Di Stéfano es un estadio en el que se escucha todo lo que pasa en la grada y en el césped. Los suplentes, los que acompañan a los equipos y los que estaban jugando tuvieron algo en común: sus quejas.
Aunque para quejas, las que se vivieron en la jugada entre Mendy y Braithwaite en los últimos minutos . Ahí sí que se escuchó de todo. Por parte azulgrana, reclamando el penalti con frases como “ya estamos como siempre, otra vez la misma historia” y “vaya robo, como siempre”, todo eso acompañado de aspavientos, de gestos, de bronca. Unas quejas que fueron en aumento cuando vieron que el colegiado Gil Manzano daba cuatro minutos de prolongación.
Aunque para bronca, la que salió de la parte del Real Madrid con Sergio Ramos como gran protagonista. Al capitán blanco se le escuchó más que a Zidane y no paró de dar ánimos a sus compañeros, de unirse a las quejas y de gritar “ya está, ya se ha acabado” antes de que Ilaix estrellara el balón en el larguero en la última jugada del partido. Si en el lado azulgrana se dijo de todo al reclamar el penalti, en el lado blanco pasó lo mismo. “Venga hombre, pítalo, pítalo”, se escuchó en plan irónico acompañado de “no es penalti, cómo va a ser penalti”.
Las continuas quejas de los jugadores de la grada del Real Madrid acabaron en una ‘guerra’ entre Koeman y Carvajal y Ramos. Los dos jugadores, lesionados, no pararon de gritar en la recta final del partido y Koeman les dijo que se callaran, especialmente a Carvajal. “¡Cállate, hostia!”, le dijo el entrenador azulgrana.
No sólo hubo quejas, también ánimos desde la grada a sus respectivos equipos. En el césped, Ter Stegen fue al que más se escuchó rectificando posiciones a sus defensas y pidiéndole al equipo “altura” que no era otra cosa que presionaran la salida de balón del Real Madrid, que estuviesen cerca de la meta de Courtois. El belga, por otro lado, también tuvo protagonismo dando órdenes a sus compañeros ●