Tocado, pero no hundido
El ganador del Clásico más decisivo de los últimos tiempos sale claramente reforzado para conquistar el título de Liga. El Real Madrid se erige como el principal candidato, con permiso del Atleti que debe ir al Camp Nou, mientras que el Barça queda apeado de nuevo en la cuneta tras confirmar en Valdebebas las malas sensaciones que ya se vieron frente al Valladolid. No le ha sentado bien al parón a este equipo que vuelve a ceder ante un rival de entidad y muestra la carencia que más factura le ha pasado a lo largo de la temporada: la falta de contundencia en las dos áreas. El Barça acabó sucumbiendo tras pecar de inocencia ante un zorro viejo que supo ser efectivo y resguardarse cuando fue necesario.
El partido fue épico y desangelado a partes iguales. La lluvia torrencial y la excelente realización televisiva, con cámaras de todos los colores y texturas, le puso épica al envite, pero no pudo evitar la sensación por momentos de partido deslucido en un campo que no está a la altura del que debe ser el mejor aparador mundial para una Liga que pierde caché.
El Barça cayó en el foso de Valdebebas y queda tocado, pero no hundido porque supo enmendar errores y competir bien en el segundo tiempo para terminar mereciendo algo más. La clave de convertir un año de transición en un año exitoso, a nivel de títulos, pasa por transformar la rabia e indignación que demostraron Koeman y los jugadores al final del partido en una furia productiva que les empuje a ganar el sábado el único título del que dependen de sí mismos. Y que, después, la alegría y la furia les empuje a ganar, por fin, a un rival de entidad, y a otro zorro viejo, el Atlético de
Madrid ●