¡CAMPEONES!
→ Un gran Barça dominó al Athletic de principio a fin para adjudicarse su 31ª Copa por goleada → Griezmann, De Jong y un doblete de Messi dan a Koeman su primer título y alimentan la moral de cara a la Liga
→ Más de un cuarto de siglo después de haber dejado el Barça como jugador, Ronald Koeman alzó ayer su primer título como entrenador barcelonista. Ha costado mucho, en una temporada dificilísima, y es una Copa, no una Champions o una Liga (que aún puede caer), pero es un título importante, grande. Como hizo la Copa de 1990, en que Koeman fue protagonista, con el ‘Dream ‘Team’, la de 2021 puede impulsar el proyecto del técnico holandés. Es también el primer título del nuevo mandato de Joan Laporta: se estrenó un mes justo después de ser proclamado presidente. Desde luego, difícil de mejorar. Uno y otro habían celebrado títulos, pero esta Copa es la primera de una nueva era. Y es un éxito que puede inyectar energías de cara a Laliga y que puede acercar la renovación de Messi.
Un Barça grande salió dominador, pero por momentos pareció que renacían los viejos gafes de la ciudad de Sevilla o el de la camiseta amarilla.
No es fácil explicar cómo el Barça desperdiciaba tantas oportunidades, sobre todo en la primera parte: chut al palo, paradas inverosímiles de Unai Simón, remates desviados por muy poco... no había manera. Pero el gafe sevillano esta vez no iba a actuar.
Un jugador muy especial desencalló la final: Frenkie de Jong, un futbolista que llegó al Barça bajo los auspicios de Ronald Koeman, entonces seleccionador ‘oranje’, uno de los que influyó en el crack holandés para decidirse por el Barça por delante del PSG. De Jong asistió a Griezmann en el 1-0 y marcó, él mismo, el segundo. Después llegó el doblete del jugador más grande la historia, MVP de la final.
En la grada, junto a Joan Laporta y casi toda la directiva, sus dos adversarios en las urnas, Víctor Font y Toni Freixa, además del presidente de la junta gestora, Carlos Tusquets, invitados todos ellos por la directiva ganadora en las recientes elecciones.
Rechazaron la invitación para estar en la Cartuja sevillana ex presidentes como Rosell, Gaspart, Reyna o Bartomeu, impulsor de esta plantilla en gran parte.
Dos ilusiones por delante
Ahora, el conjunto de Koeman afronta con mayor tranquilidad e ilusión la difícil misión de tratar de conseguir el título de Liga en el tramo final de temporada. Hay terreno y el Barça ha recuperado autoestima. Y el segundo tema por resolver: la continuidad de Messi.
Jamás, desde el pasado verano, había estado tan cerca la continuidad el argentino. El título de Copa debe ser un impulso más y sus palabras tras la final invitan a pensar en que seguirá en el Barça. O, al menos, que es muy posible.
Otro título del argentino, el trigesimoquinto con la camiseta del Barça. Laporta tiene ahora más cartas en la mano para conseguir la continuidad de Leo, que ya es el máximo goleador en finales de Copa (nueve) tras su doblete y que, junto con Sergio Busquets, son los jugadores que han jugado más finales (diez).
Del equipo también depende que Leo decida seguir en el Camp Nou. Y la final es un paso de gigante para este grupo. Independientemente de los fichajes que se pueden hacer, la plantilla actual tomó un gran impulso ayer después del golpe anímico que había supuesto perder la Supercopa.
El partido fue muy convincente por el resultado y por el juego desplegado. El Barça fue muy superior al Athletic. Pudo haber ganado por una goleada de escándalo y esa superioridad refuerza a un grupo joven y a su entrenador.
También fue un día grande, cómo no, para Gerard Piqué, presente en la final de 2009 (su primer título con el Barça, ahora ya son 30), también ante el Athletic, y presente en el once inicial en una final que no quería perderse por nada del mundo. No está del todo bien tras su lesión de rodilla, pero quiso jugar. Y merecidamente: si el Barça estaba ayer en la Cartuja fue gracias a su gol ante el Sevilla.
El título es el primero en el club para muchos futbolistas, como Dest, Araujo, Mingueza, De Jong, Pedri, Ansu, Ilaix, Griezmann, Riqui, Junior, Braithwaite, Peña, Tenas... Muchos de ellos pueden formar la base de un futuro más que esperanzador. Y lo festejaron en el césped, en el vestuario y en el viaje de vuelta, antes de tener dos días libres. Sólo falto un elemento: la fiesta de la afición. Ellos, en casa, también merecen esta alegría ●