Cómo hundir un ‘submarino’ en ocho minutos
El francés, determinante, se echó al Barça a la espalda y marcó un doblete de artista
→ En el momento crucial de Laliga, el mejor Antoine Griezmann perpetró el triunfo del Barça con la rapidez de un pistolero y exhibiendo las cualidades más artísticas de un ‘9’, con un sutil toque de calidad y con la inteligencia de un voraz depredador. Liquidó al Villarreal con dos torpedos en ocho minutos, del 28 al 35. Su doblete más rápido con el Barça, recortando la plusmarca que tenía de 9 ante el Betis en su debut.
En una primera parte de orfebrería azulgrana, Griezmann fue el maestro del gol. El estadio La Cerámica acostumbra a inspirarle. En la Liga pasada, en el 1-4 del 5 de julio de 2020, el francés se sacó de la chistera un remate sutil, exquisito, con la zurda, golpeando el balón con tanto efecto como mimo que se coló por la escuadra. Asenjo se limitó a ser un espectador privilegiado. Esta vez, casi un año después y ante el mismo portero,’grizi’ le batió con una vaselina tan lenta como letal, gravitando y marcando los tiempos en el aire. Dos minutos después, tiempo justo para que se diera uno de sus típicas celebraciones, el azulgrana ajustició al Villarreal. Agazapado en la línea de defensa rival, atentó a cualquier error como una fiera hambrienta, Griezmann aprovechó una acción tan mansa como descuidada y arriesgada de Juan Foyth para robar el balón y colarlo por la izquierda desde el interior del área.
Le habían bastado tres ocasiones para despejar otro trozo del camino hacia al título, porque tuvo otra a los seis minutos de arrancar el partido. En una espectacular asistencia hacia atrás, De Jong le había dejado libre en el área pero su chut acabó siendo rechazado. Lejos de aflojar, Griezmann siguió tirando del carro. La mayoría de sus intervenciones eran al primer toque, como requería el guión de Koeman. En el segundo acto, como le sucedió al equipo, el Barça se extravió ofensivamente.
Sin rechistar lo más mínimo, ni una mala cara ni tan siquiera tirando de mala manera una cinta al césped como otros, el delantero francés ha mejorado sus números de la temporada pasada. Entonces, con Valverde y Setién, se plantó en los 15 goles y las 5 asistencias en 48 encuentros. Ahora va por los 18 tantos (11 en Laliga, 2 en la Champions, 3 en la Copa del Rey y 2 más en la Supercopa de España) y 11 pases en 45. A Dembélé, la tercera pieza del tridente, le dobla en goles (9).
Racha de tres partidos
Y es que está en racha. En los tres últimos partidos ha visto puerta: en la final de Copa ante el Athletic, frente al Getafe y ahora ante el Villarreal. Echando la mira atrás, en los siete últimos choques, ha marcado en cinco de ellos, porque también lo hizo contra el Huesca y la Real Sociedad. Sólo se quedó a cero el día del Clásico porque no jugó. Con estos dos últimos tantos, Griezmann alcanzó las 250 dianas como profesional: 53 con la Real Sociedad, 130 con el Atlético, 32 con el Barça y otras 35 con la selección francesa ●