1. Reparación instantánea de Griezmann
Alineaciones de último partido de Liga y dos equipos dispuestos a presionar alto. También los dos con la intención de jugar por dentro y salir en corto.
En el inicio las buenas posiciones fueron superiores a la aventura en solitario porque el calor y correr durante 90’ minutos echaban freno al ímpetu individual.
El Barça se apuntó la posesión de balón y, ofensivamente, la intimidación por parte de Jordi Alba. El lateral fue tormento para Foyth (Chukwueze viraba hacia dentro para no defenderle) en un primer cuarto que se consumió con mucho ritmo de balón y un paradón para recordar: el de Sergio Asenjo a De Jong gracias al pase prefecto de Alba. Frenkie estaba a menos de metro y medio de la línea de gol y el meta voló, literalmente, despejándola como si de un guantazo se tratase. Barbaridad... y fallo de Frenkie por encoger el golpeo ofreciendo tiempo.
Messi probó con un zurdazo pero tampoco acertó; estaba muy escorado. Pero con tanto fútbol de calidad técnica, llegaron los goles: el 1-0 gracias a una excelente salida de Pau Torres y el desmarque/ regate/remate de Chukwueze (previo resbalón de Jordi Alba).
No dio tiempo ni a festejar ni a lamentarse.
Griezmann arregló el golpe recibiendo (desmarcado) un pase de Mingueza y penalizando la media salida del meta con una deliciosa vaselina. Reparado el 1-0, minuto 27’, el Barça fue a por más. Antoine se escondió detrás de Albiol en el 34’ y el pase de Foyth a su portero lo cazó el francés para disgusto final de Sergio Asenjo. Remontada en ocho minutos con Busquets/de Jong imperiales y Griezmann en modo campeón ●