Los clubs merecen presencia en la UEFA
Llega el buen tiempo, hay menos virulencia, las vacunas se reparten a todos los niveles y hay una luz de esperanza a medio plazo. No levantéis totalmente la capa. Cubriros con discreción y conscientes que el peligro puede estar escondido. Seamos optimistas y cautos.
En esto del fútbol siempre suceden cosas imprevistas. Esta semana la bomba impensable ha sido la aparición-desaparición de la Superliga. Tengo que decir muy claramente que los clubes tienen derecho a saber con detalle los ingresos de todo tipo (televisión, espónsores, etc.) que se producen por una competición que ellos participan. No es normal que cubran todos los gastos del estadio, mantenimiento, contratos de jugadores, de técnicos y demás, y que una entidad burocrática maneje el dinero de forma poco clara. Esta reivindicación hace años que existe, pero nunca los clubes han tenido la organización y poder necesarios para plantarse ante la UEFA o la FIFA y reclamar sus derechos.
Quizá la manera y modo de anunciarlo, de forma precipitada y en un programa de televisión nocturna, no era la mejor vía para lanzar al mundo una supuesta liga de gran alcance.
La UEFA es un organismo burocrático al que acceden personas de diversos países en forma de enviados de las federaciones locales. Tendría que ser un organismo burocrático organizador de torneos, pero con la inclusión directa y el control de representantes de los clubes. Es mucho dinero el que se mueve, pueden aparecer diversas ofertas y hay que actuar muy seria y profesionalmente para analizar las cantidades que se pueden obtener. La pandemia ha puesto sobre el tapete una situación incómoda para muchos clubes que ya venían arrastrando desde hace tiempo por su propia falta de control en los gastos. Se producen fichajes por montantes totalmente exagerados. Para el buen funcionamiento del fútbol hay que reorganizar estas competiciones y controlar los gastos. Hay que implantar topes salariales asumibles, suficientes para los jugadores y que entren en los presupuestos de los clubs. No es tan difícil. Una consideración: En un plazo de diez meses, entre copas, selecciones y demás, no se pueden compatibilizar ligas nacionales y Superliga.
Momento importante que va adelante. Los clubes tienen la posibilidad de ver la salida del túnel y organizar una competición asumible y rentable. Que así sea ●