El dilema de la Superliga
El lío que montó Florentino Pérez al anunciar la creación de la Superliga (SL) con nocturnidad, improvisación y desvarío tendrá repercusiones, no precisamente positivas, para el Barça, aunque en un principio parecía que el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, iba a ser indulgente. No en vano un chivatazo no desmentido, publicado en The New York Times, de Joan Laporta a Javier Tebas, habría permitido a éste alertar a Ceferin sobre las perversas intenciones de
Florentino.
El desenlace de la polémica es por todos conocido y el proyecto ha nacido muerto, aunque no hay una retirada explícita de tres clubs: Juventus, Real Madrid y Barça.
Laporta ha dejado en manos de los socios la postura del Club y eso, aunque razonable, es un arma de doble filo. Que Laporta es partidario de la SL no cabe duda, pero ¿qué ocurrirá si la voluntad del socio, en referéndum o asamblea, es contraria a su parecer en cuestión tan fundamental? ¿Deberá dimitir? Si a Bartomeu le pidieron la dimisión cuando propuso un retoque en el escudo, ¿qué ocurrirá cuando lo que está en juego es la salud económica del Club?
Pero, ¿y si los socios dicen ‘sí’ a la SL, siguiendo los criterios de su presidente? Entonces es cuando puede temblar el Club entero, ya que las represalias pondrían en peligro incluso la participación del Barça en competiciones europeas. Las decisiones de una asamblea o un referéndum son soberanas y solo las puede revocar otra asamblea u otro referéndum. Mejor habría sido decir ‘no’ a la SL desde el primer día y no convocar al socio con un peligroso ‘sí’ como estandarte, lo que Laporta ,sies consecuente, deberá defender. (Posdata: El que suscribe está a favor de la SL) ●