MÁS QUE UN PODIO
→ Carlos Sainz, segundo en el GP de Mónaco, consiguió su primer cajón con Ferrari, el tercero de su carrera → Verstappen logró el triunfo y le quitó el liderato del Mundial a Hamilton (7º) por cuatro puntos
Demostración
1. El español exhibió su fuerza y galones, asumiendo la responsabilidad de liderar a Ferrari sin Leclerc
Primera alegría
2. Ferrari no lograba una segunda plaza desde la primera cita del año pasado
Lo sucedido ayer es ejemplo de que nunca hay que darse por vencido. La vida es muy caprichosa y puede pasar de todo. La F1 también. Un día acabas lleno de rabia y enfado, y al siguiente puedes verte levantando las manos en el podio del Gran Premio más mítico del ‘Gran Circo’, un contraste de emociones que vivió en sus propias carnes Carlos Sainz en una jornada histórica para él y para el automovilismo español. El madrileño pudo gritar bien alto que ha llegado a Ferrari para hacer cosas grandes, sumando su primer podio con el ‘Cavallino Rampante’ en el pecho al conquistar la segunda posición entre Verstappen (1º) y un gran Norris (3º).
Lo lleva repitiendo desde el primer día que pisó Maranello: Sainz quiere hacer podios, ganar carreras vestido de rojo y sueña con ser campeón algún día con los de Maranello. No ha llegado para ser número 2, lo ha hecho para tirar del carro. Ahora no es momento para pensar en títulos, sino para agachar la cabeza y trabajar para empujar al equipo en su despertar. Eso lo hace mejor que nadie un currante como Carlos, que gracias a ese espíritu, puede presumir de ser el piloto que mejor se ha adaptado de todos los que han cambiado de coche este curso. Pero al margen de ese picar piedra en la sombra, también hay que saber aprovechar oportunidades en pista como la que ofrecía Mónaco este fin de semana. Con un coche que tiene como principal fortaleza su rendimiento en curva lenta, Mónaco era un escenario perfecto para que Ferrari brillara. En otros circuitos, Ferrari aspira a estar detrás de Mercedes y Red Bull, pero en el Principado podía pelear por todo. Pero la cosa acabó muy diferente para sus dos pilotos,fruto del gran valor de Sainz, el de no cometer errores, algo que condenó a Leclerc.
Charles, que tenía la pole, tras su accidente del sábado finalmente sufrió un problema en un palier que le impidió salir a pista a último momento. Así, Sainz pasaba de tener el podio difícil saliendo cuarto, a tenerlo bajo el brazo arrancando tercero. Y no lo dejó escapar. Aguantó posición con una buena salida y la suerte le devolvía lo que le quitó el sábado en forma de abandono de Bottas, que le entregó la segunda plaza. El madrileño exhibió un gran ritmo y le recortó hasta 8” a Verstappen, pero en Mónaco es imposible adelantar y debía conformarse con un gran segundo puesto que iba a llenar de alegría a un equipo que necesitaba sonreír. Es mucho más que un podio. Por eso y por el claro mensaje de fuerza que envió a todos: “La próxima vez que se presente una oportunidad para ganar voy a estar ahí para aprovecharlo”. Ya sabe lo que es ser segundo vestido de rojo. Ahora quiere ganar.
Verstappen hunde a Hamilton
Verstappen, sin Leclerc en la posición de pole, no sufrió para vencer. El neerlandés aprovechó su oportunidad a las mil maravillas con un Hamilton desaparecido al que no le ayudó la estrategia de su muro, terminando séptimo. Día redondo para Max, nuevo líder con 4 puntos de ventaja sobre Lewis. Es la primera vez que Red Bull lidera el Mundial de Pilotos y Constructores desde que en 2014 se inició la era híbrida ●