La gran batalla de la ‘Corsa Rosa’
→ Buena parte de la carrera se decide hoy con un auténtico etapón de más de 5.500 m de desnivel y cuatro puertos de alta montaña
→ Tras la exigencia del sábado en el Monte Zoncolan, los 154 supervivientes de la 104ª edición del Giro de Italia afrontan hoy el examen más duro de la carrera: 212 kilómetros entre la localidad de Salice y la estación de esquí de Cortina d’ampezzo. Una jornada de alta montaña, muy dura ya de inicio, con más de 5.500 metros de desnivel, y con cuatro puertos de primera categoría de una longitud considerable y la cima Coppi –el techo de la ‘Corsa Rosa’ con sus 2.239 metros– que van a suponer un auténtico desafío para los corredores, para los aspirantes a salir en la foto final del próximo domingo en Milán, para los que sueñan con ganar una etapa de renombre en una vuelta ciclista de tres semanas y para los que simplemente esperan llegar de una pieza a la línea de llegada.
Ayer, la mayoría de ciclistas ya se tomaron la etapa con calma e intentaron conservar todas las energías posibles para el día de hoy, ya que sabían que las van a necesitar en una de aquellas jornadas en las que la experiencia es un grado y en la que tan importante va a ser saber sufrir en las subidas como saber bajar en los peligrosos descensos que les espera a los corredores, más aún si como estos últimos días las condiciones meteorológicas no son las más indicadas para disfrutar del ciclismo.
El pelotón puede romperse ya en mil pedazos en el kilómetro 25, en la ascensión a la primera dificultad montañosa del día (La Crosetta, 1ª, 11,6 kilómetros de longitud, con una pendiente media del 7,1% y una máxima del 11%), a la que seguirá el Passo Fedaia en el kilómetro 128 (1ª, 14 km de subida, con un desnivel medio del 7,6% y un máximo del 18%), el Passo Pordoi en el punto kilométrico 153 (la cima Coppi, de 11,8 km de tortuosa ascensión a una pendiente media del 6,8% y una máxima del 10%) y, por último, el Passo Giau en el kilómetro 194, de 9,9 km, entre el 9,3 y el 14% de desnivel. Tres desafíos montañosos que llegan casi encadenados y tras los cuáles llegará una bajada muy rápida que llevará a los ciclistas en un abrir y cerrar de ojos hasta la que será sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.
A priori se espera una dura batalla entre Egan Bernal y Simon Yates, primero y segundo de la general, en una jornada que va a suponer un auténtico reto para el joven belga Remco Evenepoel, a la que pueda apuntarse algún que otro aspirante, ya que en el pelotón quedan buenos escaladores, y que va a dibujar una situación de carrera ya muy clara de cuál puede ser el desenlace de esta exigente prueba, por más que todavía resten duras jornadas de montaña y la crono final en la capital de la Lombardía el domingo ●