La temporada (im) perfecta

Hubiera sido perfecta si Xavi Pascual y David Barrufet hubieran seguido al frente del gran proyecto que construyeron. Pero no va a ser así, por lo que los 61 partidos ganados (todos los jugados esta campaña) no han sido suficientes para mantener la estructura del balonmano blaugrana que ayer conquistó su décima Champions en una auténtica exhibición. Es difícil de entender la decisión tomada. Los proyectos no son de presidentes, ni de asesores, ni de técnicos ni de jugadores, son del club. Los análisis para tomar decisiones tan importantes como mantener entrenadores o responsables de sección se deben hacer por méritos, no por querer hacer proyectos propios. Esos no existen, los proyectos son del Barça. Se entiende que una nueva Junta quiera tener a su gente de confianza en los puestos más importantes pero es evidente que los argumentos para echar a Pascual y Barrufet, antes de jugar la final de la Champions, no convencieron a la mayoría del barcelonismo.

LOS DOS SE VAN CON EL CARIÑO impresionante del equipo, de todos los jugadores, que reclamaron la presencia de Barrufet con la Copa, y que han reconocido el trabajo de Pascual, uno de los entrenadores más laureados de la historia. Hay expertos que consideran que las tres Copas de Europa ganadas por Pasqui en su carrera con el Barça son insuficientes. Entre ellos Enric Masip, el asesor del presidente Laporta, hombre clave en las decisiones tomadas en el balonmano, excelente ex jugador, tuitero compulsivo y azote permanente de anteriores directivas, siempre quejoso del legado que se ha heredado. Es posible, pero en balonmano, la herencia es impresionante: la temporada perfecta. El nuevo Barça tiene el listón muy alto y la sensación de que el adiós no es justo por los méritos contraídos, no por las expectativas que nadie puede asegurar, aunque existan ●