¿Por qué Nike nos castiga tanto?
Lo han vuelto a hacer. Los diseñadores de Nike nos plantean otra camiseta de vergüenza ajena para el Barça 2021-22. Bartomeu, que para su último año de mandato dio el visto bueno a una camiseta tradicional –en la anchura de las franjas azulgranas y en la concepción del diseño, incluso con el detalle del elegante ribete amarillo-, dejó en cambio un legado estéticamente horrible para quien fuera el nuevo presidente. Ayer nos presentaron este pasticho pijamero que dicen que juega con las formas interiores del escudo. Pues vale. El Barça lo aguanta todo, incluso las locuras de los diseñadores que siguen sin entender el Club y su idiosincrasia. Desde que en 1998 Sandro Rosell, entonces hombre Nike, convenció a Núñez en la subasta final con Adidas para destronar a Kappa, la gran marca norteamericana ha vestido, equipado y patrocinado el Barça. Pero estos 23 años de win-win para Barça y Nike no deberían permitir hacer con lo más sagrado del equipo –su camiseta- estos desvaríos propios de equipo de veteranos de camping. A Ansu Fati la camiseta le queda de cine. El acto de presentación estuvo bien. Y venderán centenares de miles de camisetas, aquí y en el extranjero. Y entonces, viendo la cuenta de resultados, nos parecerá la mejor camiseta de la historia