Mou quiere pescar donde Pep
Un nuevo episodio entre Jose Mourinho y Pep Guardiola se puede dar este verano. Pero no en un cara a cara desde los banquillos, eso está lejos de ser una realidad. Será en el mercado de fichajes, y es que el portugués está pensando en como reforzar a la Roma una vez aterrizado y una de las opciones es Nathan Aké.
El central holandés está disputando la Eurocopa con la selección de Países Bajos, aunque de momento saliendo desde el banquillo, como ha ocurrido en los dos partidos de Ucrania y Austria. Mientras, sus posibilidades de encontrar más minutos en otro club que no sea el Manchester City no paran, y es que a sus 26 años su progresión no puede quedar estancada. Llegó al Etihad hace exactamente un año y a penas se le ha visto sobre el césped, a pesar de haberse gastado el conjunto inglés 45 millones en el enésimo defensa para su proyecto, que casi consagran con la Champions League, perdiendo en la final.
Solo 13 partidos en una temporada, 8 de ellos completos, es un bagaje nulo para un futbolista que ha costado lo que ha costado. Y sorprendente. Aké demostró muy buenas maneras en su anterior etapa en el
Bournemouth. A pesar de que los Cherries perdieron la categoría, el desempeño del central fue sobresaliente, mostrando poderío en el juego aéreo y la categoría que se esperaba de él cuando el Chelsea hizo su apuesta inicial cuando era más joven. En un rol protagonista, Aké mejoró sus prestaciones notablemente y eso llamó la atención de varios grandes, pero fue el City el que aprovechó el descenso de la categoría del Bournemouth para atacar su traspaso.
Aké llegó al City además con su carta de polivalencia, capaz de jugar de central, lateral izquierdo o centrocampista. Pero ni con esas en el Etihad. Es por esto que Jose Mourinho, que ya cerró el fichaje de
Chris Smalling tras su exitosa cesión, quiere apuntalar su plantilla en la Roma con
Nathan Aké. Tiempo para decidirse tiene, aunque es probable que la operación sea más una cesión que un traspaso, visto lo que pagó el Manchester City, algo inasumible para el conjunto italiano, que quiere volver a codearse con Juventus, Inter, Atalanta, Nápoles y Milán