EL TRIUNFO LLEVA A OCTAVOS
→ La selección española, bajo presión tras dos empates, necesita vencer a Eslovaquia para clasificarse y no depender de nadie → Una derrota condenaría al fracaso a los de Luis Enrique, que cambiará a más de medio equipo titular, con Busquets al rescate
La selección española llega a la última jornada de la fase de grupos de la Euro 2020 con la necesidad imperiosa de sumar una victoria ante Eslovaquia para no depender de nadie y clasificarse para los octavos de final. Ya no hay margen de error. Dependiendo de los resultados que se den esta tarde Sevilla y San Petersburgo, los de Luis Enrique pueden acabar primeros, segundos, terceros -todos esos puestos valdrían para acceder a octavos- o cuartos y eliminados, lo que sucedería en caso de derrota o incluso con un empate si Polonia gana a Suecia en tierras rusas.
El de este miércoles a las seis de la tarde en la Cartuja –por fortuna se prevén máximas a esa hora de solo 31º a la sombra- es el primer partido decisivo para la selección española y puede que el último como no se logre el resultado apetecido, que no es otro que la victoria, lo único que garantiza el pase a octavos sin depender de otros. El empate solo valdrá si no gana Polonia a Suecia y la derrota mandaría a la Roja a casa y supondría uno de los mayores fracasos de los últimos tiempos, pues el grupo que ha caído en suerte era de lo más asequible, aunque aún no se haya ganado ningún partido tras los empates frente a Suecia (0-0) y Polonia (1-1).
Luis Enrique está obligado a hacer cambios en todas las líneas, pues la selección, hasta el momento, no ha convenido en ataque ni en defensa ni en el medio del campo, donde parece que tendrá plaza segura Sergio Busquets tras superar la cuarentena por Covid. La selección, hasta la fecha, se ha mostrado poco contundente atrás -Isak y Lewandowski solos crearon muchísimos problemas- y delante, con solo un gol anotado en los dos partidos pese a haber gozado de más de media docena de ocasiones clarísimas.
El seleccionador está convencido de que cuando llegue el primer triunfo convincente será como descorchar una botella de cava y todo volverá a verse de otro color, aunque si la clasificación no se logra hoy a nadie escapa que deberá ir haciendo las maletas pese a que tenga contrato en vigor hasta después del
Mundial de Qatar. “No vivimos del aire. Los entrenadores son de resultados y de lograr objetivos. Yo espero estar en octavos y pasar como primeros, pero en esto del fútbol hay muchas situaciones que no podemos controlar”, dijo Luis Enrique en la previa, sabedor de que él se la juega antes que nadie al haber arriesgado mucho en la elección de la convocatoria para esta Euro, en la que dejó dos plazas sin cubrir.
España será primera o segunda de grupo si gana, tercera o cuarta si empata y cuarta seguro si pierde. Si acaba entre las tres primeras se clasifica para octavos –lo mínimo que se despacha- y si no lo logra será uno de los mayores fiascos de las últimas décadas. La selección ya ha demostrado ser capaz de ganarle a cualquiera… o de no ganarle a casi nadie, así que tampoco conviene enterrarla antes de tiempo. Si descorcha el cava, ya veremos hasta dónde es capaz de llegar ●