Bale por bandera
A ganas no le va a ganar nadie a Gales. Ha sido otra de las sorpresas de este primera fase, dado que muy pocos esperaban su clasificación para octavos, menos como segunda de grupo. Gareth Bale es, como se espera, santo y seña del equipo británico. El juego gira en torno a su figura y se mueve con total libertad en la mediapunta para encontrar las cosquillas de la defensa. El resto, pura intensidad. Un equipo junto que se defiende con uñas y dientes y al que le gusta encontrar rápido el área rival con laterales muy profundos con los que hacer daño. Ramsey y Allen, en el centro del campo, hacen un trabajo importante en la organización del equipo, que es fundamental para el buen funcionamiento de Gales ●