CAPITÁN BUSI
→ La exhibición del azulgrana en su vuelta fue una lección tanto futbolística como de actitud → Su liderazgo hizo resurgir a la Selección liberando a sus compañeros de toda la presión
Sergio Busquets es el hombre de moda en la selección y por qué no decirlo, también en la Eurocopa. El azulgrana se estrenó el miércoles en este torneo y lo hizo a lo grande, no dejando a nadie impasible por su enorme encuentro. Busquets era como el hijo pródigo que esperaban ansiosos en la selección y el centrocampista cumplió con creces con las expectativas que se habían generado en torno a su figura. Campéon del Mundo y de la Eurocopa, el azulgrana fue decisivo en la goleada de de España a Eslovaquia que le dio a la Roja el pase a los octavos de final por la puerta grande.
Su estreno lo redondeó recibiendo el premio de jugador del partido. No era para menos, en los 71 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, dio una lección de cómo se juega al fútbol y, sobre todo, de cómo se lidera a un equipo que estaba en horas bajas. Luis Enrique y sus compañeros de selección lo estaban esperando y no cesaron de elogiar a Busquets. El capitán de la Roja les dio la razón completando un gran partido y liderando a España que necesitaba la vitamina Busquets para afrontar su primera final de la Eurocopa.
Liberación
La presencia del azulgrana en el campo liberó a sus compañeros, les dio más confianza y eso se pudo ver en el terreno de juego en el que por primera vez en esta Eurocopa, se vio a la selección disfrutando de verdad. Busquets quitó todas las ataduras, las presiones que muchos de sus compañeros tenían en esta Eurocopa y lo demostraron para que España pasara por encima de Eslovaquia. Con el del Barça más cerca del área rival y bien secundado por Koke y Pedri, la Roja funcionó a las mil maravillas y llegaron los ansiados goles. Busquets demostró a todo el mundo que aún le queda mucho fútbol y que con él en el terreno de juego, la selección es otra.
Busquets fue el líder de la selección en los 71 minutos que disputó ante Eslovaquia. No sólo con el balón en los pies, si no también en el que todo el mundo conoce como el otro fútbol. El mejor ejemplo fue en la jugada del penalti sobre Koke. Busquets echó mano de su veteranía y del brazalete para ir a por el árbitro reclamando un penalti cuando todavía no se había visto la repetición por televisión. Ese papel de presionar, de decir aquí estamos nosotros, también es fundamental en un partido y eso Busquets lo sabe de sobras.
Gran ovación tras ser sustituido
Los seguidores que acudieron al Estadio de La Cartuja convirtieron los pitos de anteriores partidos en aplausos a la selección y especialmente a Sergio Busquets. La afición le despidió con una ovación de gala cuando fue sustituido por Luis Enrique. El azulgrana no pudo ocultar su emoción y soltó alguna que otra lágrima tras el partido porque confesó que durante el confinamiento por el coronavirus temió no poder estar en la Eurocopa.
Una posibilidad que por momentos fue real, pero no para Luis Enrique. El seleccionador español tenía muy claro que lo iba a esperar, consciente de que Busquets es clave en esta selección.
Números impecables
Los números del azulgrana ante Eslovaquia confirmaron el gran partido que hizo Busquets ante Eslovaquia. El centrocampista azulgrana jugó 71 minutos en los que corrió 8,3 kilómetros y tuvo un 88% de acierto en los pases y recuperó cuatro balones.
Los números son muy buenos, pero lo realmente espectacular fue como al ‘vitamina Busquets’ le cambió la cara a la selección. Una vitamina que España volverá a necesitar ante Croacia en octavos de final de la Eurocopa. Ahí, el jugador del Barça y capitán de la selección volverá a llevar el mando de un equipo que se ha quitado toda la presión de encima y que poco menos que empieza de cero en este torneo ●