Un equipo competitivo pero vulnerable
→ Aunque incómodo para el rival, Croacia tiene un serio problema en sus costados
→ Luka Modric es la pieza más preciada en el ajedrez de Croacia, y por supuesto que la gran figura del equipo dirigido por Zlatko Dalic, pero no por ello el único argumento con el que puede dañar a España.
Consciente de sus limitaciones, entre las que se encuentra su vulnerabilidad por los costados, Croacia acostumbra a apostar por un juego sencillo, centrado en no cometer errores que faciliten la tarea al rival. Es un equipo incómodo, más que por términos de presión, donde son camaleónicos, por lo aplicados que resultan sus jugadores en la disputa de los duelos individuales. Buen ejemplo de ello es que ha dominado en esta estadística en los tres encuentros disputados en la fase de grupos.
Ese espíritu de lucha es el que en más de una ocasión (véase el Mundial de 2018 en el que fue finalista ya con Dalic en el banquillo) le ha hecho triunfar cuando por méritos realizados todo hacía indicar que la balanza debía inclinarse a favor de su rival. Muestra de esto último es también que ni frente a Inglaterra, ni contra República Checa, ni en el duelo que ganó ante Escocia ha logrado un registro superior al rival en la métrica de goles esperados que en cierto modo cifra los tantos que merece un equipo a lo largo de un partido.
La batalla de la posesión
En cuanto al dibujo táctico, Croacia se encuentra a caballo entre el 4-3-3 y el 4-2-3-1 dependiendo de la posición y el rol de Modric como director de orquesta. Por otra parte, es un equipo que ni mucho menos regala el balón al rival, habiendo igualado en cuanto posesión a Inglaterra y a República Checa, y dominando la misma (66%) ante Escocia.
Frente a España, y aunque el punto fuerte de Croacia está en el triángulo que forman en la medular Brozovic, Kovacic y Modric, será difícil que los de Dalic le quiten la pelota a los de Luis Enrique. Por ello, y confiando en la efectividad de futbolistas como Perisic o, sin ir más lejos, el propio Modric con su disparo desde media distancia, no sería de extrañar que diese por bueno que el encuentro por momentos fuese de ida y vuelta.
En conclusión, para España vencer a Croacia no se antoja coser y cantar, pero a la vez resulta innegable, y a pesar de las críticas recibidas y el margen de mejora existente, que la Selección parte como favorita al triunfo. A partir de ahí, ‘Don Fútbol’ decidirá, pero Luis Enrique y los suyos tienen motivos para ser optimistas ●
Los de Dalic buscan no cometer errores y fían su suerte a sus principales estrellas