Goles contra los traumas
→ El 20 de agosto de 2017, un Barça deprimido por la fuga de Neymar al PSG recibía al Betis en la primera jornada de la Liga 2017-18. El golpe anímico ya había sido evidente en la Supercopa de España perdida con claridad ante el Real Madrid y la ‘era Ernesto Valverde’ comenzaba mal, también con la baja por lesión de Luis Suárez. Con un ataque formado por Deulofeu, Messi y Alcácer, el equipo azulgrana se impuso 2-0, el segundo de Sergi Roberto, que jugó de interior, tras servicio de Deulofeu. El domingo se repitió la historia ante la Real Sociedad en la primera jornada de la Liga 2021-22, todavía bajo el impacto de la sorprendente marcha de Leo Messi al PSG. Pudo ser un funeral, pero la actitud del equipo de Ronald Koeman fue inmejorable y Sergi Roberto, entrando desde el banquillo como interior, logró el 4-2, el gol de la sentencia. Dos goles para suavizar las marchas más traumáticas.
El siguiente reto ahora es mejorar su efectividad porque en aquella Liga no volvió a marcar. Sergi Roberto no es un goleador. En el primer equipo nunca ha explotado una llegada a portería que sí había mostrado en el fútbol base azulgrana y en el Barça B. Evolucionar hacia la posición de lateral derecho tampoco ayudó en ese sentido a un interior natural, aunque sí le permitió dar asistencias (36), algunas importantes.
El domingo cerró el triunfo ante la Real Sociedad (4-2) siguiendo con intuición una internada de Braithwaite y marcando en boca de gol. Era su 10º gol oficial en una década, el cuarto en Liga, además de cuatro en Copa y dos en Champions, con el famoso 6-1 al PSG en el recuerdo.
Marcó en el primer partido de Liga sin Messi, como hizo en el primero sin Ney
El de Reus, de 29 años, también vivió su propio trauma la pasada temporada por culpa de la encadenación de lesiones musculares. “Cuando las cosas van mal, toca levantarse y hacer todo lo posible para cambiarlo. Estoy pasando momentos difíciles, físicamente y mentalmente”, llegó a escribir en sus redes sociales, muy ‘tocado’, aunque con ganas de superar el mal momento: “Estoy convencido que lo bueno llegará, con trabajo y positividad, como siempre he hecho ya que quiero volver a disfrutar de lo que más me gusta y estar al 100%”.
Tras su gol a la Real, se besó el escudo. Las cosas le pueden salir bien o mal, pero de su barcelonismo y actitud no se puede dudar. Es uno de los capitanes y quiere dar ejemplo en el campo y fuera. Ya anunció en La Vanguardia que “voy a renovar a la baja”. Acaba contrato en 2022 ●