El Sheriff impone su ley
Un club muy particular a un paso de la Champions League
→ Está a un paso de ser el primer equipo de Moldavia que participe en la fase de grupos de la Champions League, pero en realidad es de un territorio que no se considera tal país. El Sheriff Tiraspol venció por 3-0 ante el Dinamo Zagreb el pasado martes en la ida de la cuarta y última ronda de la ronda previa de la máxima competición continental, y si no acontece una gran remontada en Croacia, estará en el bombo del sorteo de la fase de grupos. Sería histórico, y desde luego que daría mucho que hablar por la cantidad de particularidades que esconde este equipo.
Tiraspol, la ciudad de la que es el Sheriff, se encuentra en Transnistria, región situada entre Moldavia y Ucrania no recono- cida como tal por la comunidad internacional, pero declarada como independiente desde 1990 tras la disolución de la Unión Soviética. Dicho de otra forma, se trata de un territorio ‘fantasma’, y la anécdota en torno al Sheriff crece con el hecho de que compite en la Liga de Moldavia, imponiendo su ley en la misma habiendo logrado el campeonato en un total de 19 ocasiones desde su creación en 1997.
El recinto en el que juega el Sheriff también tiene su qué. El Bolshaya Sportivnaya Arena no es un estadio de gran capacidad, siendo su aforo de aproximadamente 15.000 espectadores, pero sí se trata de un complejo de última generación, inaugurado en 2002. Se trata de todo un emblema de la ciudad de Tiraspol, que a buen seguro se dará a conocer si finalmente la Champions League pasa por allí en el pre- sente curso.
16 nacionalidades en el equipo
Por otra parte, también resulta más que llamativa la configura- ción de la actual plantilla del She- riff, que cuenta con hasta 16 nacio- nalidades distintas. Su técnico, el ucraniano Yuriy Verntdub, tiene a su disposición futbolistas de Mol- davia, Grecia, Serbia, Colombia, Perú, Bosnia, Brasil, Trinidad y Tobago, Malaui, Malí, Ghana, Lu- xemburgo, Costa de Marfil, Ucrania, Guinea y Eslove- nia. Casi nada. To- da una ONU esce- nificada en un equipo de fútbol. No es de extrañar, de hecho, que se dé la situación en la que el Sheriff jue- gue con totalidad de extranjeros.
Por último, rese- ñable es a su vez el hecho de que el Sheriff fue fundado por Ilya Kazmaly y Viktor Gushan, dos exmiembros del KGB, el servi- cio secreto de la ex- tinta Unión Soviética.
Está por ver qué sucede en el partido de vuelta ante el Dinamo Zagreb, pero sin duda que la histo- ria del Sheriff es una de esas que hace las delicias de todos aquellos que ven en el fútbol mucho más que “22 personas en pantalón corto corriendo detrás de una pelota” ●