Mundo Deportivo

Historia de dos fotografía­s

- Albert Montagut

Los expertos en semiótica, las personas que analizan el verdadero significad­o que se esconde detrás de los mensajes, no tardarían en captar diferencia­s entre las fotografía­s que el FC Barcelona montó para despedir a Xavi Hernández y Leo Messi con sus trofeos ganados como azulgrana.

Xavi jugó su último partido en el estadio el 23 de mayo de 2015. Cerraba un ciclo increíble. Días después, el 3 de junio, el club le tributaba un homenaje que incluía una emotiva rueda de prensa y una fotografía para la historia.

Xavi, el gran capitán, posó con todos sus trofeos en el césped del estadio. Al fondo, en la franja del lateral se podía leer Més que un Club bajo el cielo azul de Barcelona.

La fotografía tenía un sólo problema. Tres días después del montaje el Barça jugaba la final de la Champions en Berlín... y si el equipo de Luis Enrique ganaba, en la foto faltaría una Champions. El Barça ganó en Berlín y Xavi, que jugó en sustitució­n de Iniesta desde el minuto 78, recogió la orejuda en su última aparición como culé antes de viajar al antidemocr­ático Qatar. Unas semanas después de la marcha de Xavi las diseñadora­s del Departamen­to de Comunicaci­ón colocaron la última Champions en la fotografía de Xavi

con sus trofeos. La pericia de aquellas profesiona les, las herramient­as tecnológic­as adecuadas y Apple hicieron un milagro y aquella fotografía -retocada- quedó perfecta, con Xavi, esta vez sí, con todas sus copas. No sé si Xavi recibió finalmente ese foto.

Han pasado varios años desde que Xavi dejó el club, y este verano le ha tocado el turno del adiós a Leo Messi.

El mejor jugador de todos los tiempos dejó el Barça de forma imprevista, pero en los cuatro días que pasaron entre el anuncio de su marcha y su despedida oficial, se montó un acto que no estuvo ni al nivel ni del significad­o del jugador ni de la entidad.

La fotografía de Messi con todos sus trofeos mostraba en un espacio interior, con un tiro de cámara inclinado , sin luz adecuad a, con un pequeño monitor en la pared posterior y con dos plantas en un rincón. Una de ellas, una palmera con falta de riego, dificultab­a incluso la visión de una

Copa Mundial de Clubs. La fotografía de Xavi comparada con la de Messi ofrecían dos estados mentales del FC Barcelona muy diferentes. Una, la de la globalidad y la alegría, y la otra, el provincian­ismo y la tristeza. Las imágenes que nos han llegado estos días desde París permiten teorizar.

Drones, efectos especiales, ejecutivos con traje y corbata y un lujo escénico que comparado con la colección de bermudas exhibida en la despedida de Messi permiten afirmar que el Barça no dio la talla. El fútbol es un espectácul­o colosal. Hay que jugar con las imágenes, incluso en los momentos de derrota y tristeza, y un club como el FC Barcelona siempre debe demostrar su grandeza. La imagen lo es todo.

La salida de Messi, como en su momento la de Neymar, fue una sorpresa para todos y un desengaño colosal. Yo estoy entre los que lamentan su salida, pero entienden que si no hay dinero, el presidente Laporta tiene razón de que el club no puede hipotecars­e. Pero Laporta sí tiene la obligación de darle grandeza al club. En su última rueda de prensa bebió agua de una botella de plástico. Una simple jarra y un vaso de cristal, también pueden contribuir a la grandeza del Barcelona

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain