"NO CREO QUE SALTE SIN RED"
→ Antonio Carlos Ortega, de 50 años y nuevo entrenador del Barça, se retiró en 2005 coronando su carrera con su sexta Champions y enseguida empezó su andadura como entrenador. Seis años en el Antequera le dieron experiencia y el Veszprem le eligió en 2012 para dirigir su ambicioso proyecto de Champions. Llegó a la final de 2015, pero allí le frenó uno de los mejores Barça de la historia (28-23), el liderado por Nikola Karabatic. Incomprensiblemente, el club húngaro le destituyó aquel año. Tras pasar por el Kolding y la selección japonesa, Ortega dirigió las cuatro últimas temporadas al Hannover y ahora releva a Xavi Pascual, despedido tras 12 años en el Barça con el colofón de la ‘Décima’ Champions, tercera de Pasqui, tras una temporada perfecta con 61 victorias en 61 partidos.
De vuelta al Barça 16 años después.
Estoy muy contento de volver a Barcelona, mi casa, y a mi club. Es un orgullo tremendo y una ilusión grandísima tener esta oportunidad. No hay ningún club de la entidad del Barça. Es un gran reto.
Usted formó parte del ‘Dream Team’ de las cinco Champions seguidas (1996-2000), ¿tuvo la sensación de plenitud como jugador?
Sí, durante muchos años. Cuando ganábamos todo incluso teníamos un sentimiento de imbatibilidad, no sé cuántos años estuvimos sin perder ni un partido en el Palau.
¿Cómo cree que podrá conseguir ese cénit como entrenador?
Intentando ganar títulos aquí e intentando marcar una línea de trabajo y respeto. Creo que así puedo conseguirlo personalmente.
¿Cómo le influyó Valero Rivera?
Yo he tenido muchos años a dos entrenadores, a Juanjo Fernández en el Maristas de Málaga y a Valero en el Barça. Era un ejemplo de exigencia, pero porque primero él mismo se exigía a él y luego a los demás. Eso es una cosa que me ha quedado muy clara: para exigir a los demás te tienes que exigir a ti primero. Y profesionalidad también. Posiblemente, Valero es el mejor entrenador de la historia del balonmano español. No es fácil estar tantos años en un club como él o como Pasqui. A mí como entrenador me marcó mucho.
¿Qué representa para usted coger ese relevo ahora en el Barça?
Lo representa todo, estar en el mejor club probablemente del balonmano mundial es mucha responsabilidad y una oportunidad fantástica de conseguir títulos y hacer un buen trabajo.
¿Cuál fue su primer pensamiento cuando le hicieron la oferta?
¿Lo primero? Mi familia. Era otro cambio y sabía que no iba a ser fácil porque
“¿Si se me mirará con lupa? Sí, seguro. Pasqui y Barru han hecho un gran trabajo y yo sé que tengo mucha presión”
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Si no hemos ganado la Champions en uno o dos años, posiblemente las cosas no vayan bien para mí. Así es el negocio”
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Muchos jugadores apenas han tenido descanso con los Juegos y eso sí lo veo como un gran contratiempo”
estábamos muy bien en Alemania, pero sabía que ellos pensarían que era uno de mis sueños y que lo iban a respetar.
¿Se mirará con lupa su trabajo?
Sí, seguro, pero es parte de la presión que conlleva entrenar al Barça. Aunque no hubiera ganado la Champions, también existiría esa presión. Nadie ha revalidado aún el título de Champions desde que existe la Final Four y ese es otro reto importante, pero es muy difícil porque nadie lo ha logrado.
Usted también vivió una destitución sorprendente en Veszprem. ¿Qué aprendizaje extrajo de aquello?
Que un entrenador no sólo tiene que manejar el tema deportivo, sino también todo lo que es el entorno, la prensa, los dirigentes, la afición. Y hay que ser bueno en todo.
Usted es consciente del revuelo que causó la salida de Pasqui y David Barrufet. ¿Qué mensaje daría como nuevo técnico a la afición molesta con aquellas decisiones?
Yo ahí no tengo nada que decir. Si tiene que decir alguien algo son los directivos. A mí me han fichado y yo voy a hacer mi trabajo, no puedo decir nada al respecto. Yo no he sido quien ha tomado esa decisión, a mí me han llamado, yo
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Yo confío en mi trabajo y en la plantilla. Entrenar al Barça lo representa todo, estoy muy feliz de volver. No hay ningún club de la entidad del Barça”
puedo aceptar o no y he dicho que sí porque es parte de mi trabajo. Si ha habido cosas mal hechas, no entro y creo que tienen que ser los que lo han hecho en caso de haberlo hecho mal. Pronto o tarde, también me pasará a mí porque el deporte es así.
¿Cómo calificaría el trabajo de Pasqui durante estos 12 años?
Pasqui ha hecho un buen trabajo, sin duda. Han hecho un buen trabajo, han planificado el equipo muchos años bien y creo que el Barça tiene que agradecerle el trabajo que han hecho durante tantos años.
¿Teme que esa última temporada perfecta sea una sombra muy alargada sobre su trabajo?
Repito que la presión estará ahí hubiera ganado o no la Champions.
La junta de Joan Laporta justificó la salida de Pasqui y Barrufet para iniciar un nuevo proyecto deportivo dando a entender que se habían ganado pocas Champions y rebajando un tanto el mérito de llegar a la Final Four. Eso añade una presión extra a sus sustitutos.
Soy consciente de la presión que hay, no hay que darle más vueltas. Soy consciente de que si no hemos ganado
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Cuando ganábamos todo con el ‘Dream Team’ incluso teníamos un sentimiento de imbatibilidad. Ahora tengo mucha responsabilidad”
la Champions en uno o dos años, pues posiblemente las cosas no vayan bien para mí, forma parte del negocio. Pasqui y Barru han hecho un gran trabajo y yo sé que tengo mucha presión.
¿Salta casi sin red en este Barça?
No creo que salte sin red. Yo creo que al Barça no se le puede decir que no, yo confío en mi trabajo y en la plantilla. Yo no puedo decir que vamos a ganar la Champions, pero sí creo que tenemos equipo para hacer una buena temporada, ganar muchos títulos e intentar llegar a la Final Four, el objetivo donde el Barça siempre debería estar y quizás otras temporadas no se ha estado.
¿Cuál ha sido su mensaje principal a la plantilla?
Que se ha ido gente importante y que tenemos la plantilla más corta, pero que otros tienen que dar un paso adelante, que tenemos una plantilla equilibrada en la que todo el mundo puede estar implicado. Si no hay lesiones, lo normal es que estén los 16 jugadores seniors en los partidos importantes. Y que tenemos que estar preparados porque hay cambios y es una temporada totalmente anómala porque muchos jugadores apenas han tenido descanso con los
Juegos. Veo más dificultades en esto que en el hecho de que el equipo viene de ganarlo todo, eso sí lo veo como un gran contratiempo, pero hay que ponerse a jugar porque es lo que hay. Si se pierde un partido no es el fin del mundo, no pasa nada, e incluso perder algún partido a veces puede fortalecer el equipo. Vamos a ir a por todos los partidos, pero tenemos que ser muy conscientes de las cargas a los jugadores.
¿Es un riesgo tener la plantilla más corta?
Si hay lesiones gordas, los problemas pueden ser mayores, sin duda. Nos hemos tenido que adaptar un poco a la situación económica. Tiene sus pros y sus contras. A mí me gusta tener a todo el grupo integrado, que cada jugador se sienta partícipe e importante en su rol.
¿Por qué ha elegido a Tomas Svensson de segundo entrenador?
Tiene mucha experiencia también, el entrenador está solo muchas veces y es importante tener a una persona de tu plena confianza a tu lado siempre. Tomas es capaz de hacer dos cosas a la vez, va a ser también el entrenador de porteros y estoy muy contento del trabajo ya realizado estos días ●