“Estamos en peligro”
La excapitana de Afganistán, Khadila Popal, reclama ayuda a la comunidad internacional
→ Desolada. Sin esperanzas. Así se expresa la excapitana de la selección femenina de fútbol de Afganistán, Khalida Popal (34 años), al ser contactada por Mundo Deportivo vía telefónica. La exfutbolista vive ahora en Dinamarca, donde se instaló tras huir en 1996 del régimen talibán y donde fundó la ONG ‘Girl Power Organization’ cuyo objetivo es empoderar a las mujeres y las niñas a través del fútbol.
Khalida sigue la actualidad de su país y el regreso de los talibanes con máxima preocupación. “Las jugadoras ahora son un enemigo para el régimen talibán. No van a poder jugar a fútbol porque vuelve a estar perseguido, como sucedía antes, cuando me vi obligada a huir del país. Ya no hay derechos para las mujeres ni las niñas”, denuncia.
Ella creó la selección nacional femenina en 2007, un equipo que se convirtió en un faro de esperanza en el fútbol musulmán, y hace apenas dos años celebraba la llegada de la primera Liga femenina en Afganistán, que cuenta con más de 5.000 jugadoras. Pero la situación ha dado un giro de 180 grados y el fútbol femenino hoy está condenado. “Estoy muy triste y desolada, sin esperanzas”, destaca.
La excapitana reclama ayuda internacional porque “estamos en peligro. Se está atentando contra los derechos humanos y la comunidad internacional debería intervenir. Necesitamos ayuda, necesitamos que nos protejan”, reitera.
Su historia es realmente impactante: tuvo que huir de Afganistán en 1996 y vivir en un campo de refugiados en Pakistán porque su vida corría peligro por crear el primer equipo femenino de fútbol en su país. En una entrevista con MD hace dos años, en un acto de la Fundació Barça y Unicef, nos explicaba que “es un honor ver que cada vez más niñas juegan a fútbol... Yo les digo que sean valientes, que la mujer tiene un poder infinito”, decía.
No obstante, la llegada de los talibanes supone un retroceso que puede llevar a las futbolistas a tener que esconderse, como hizo ella.
En Afganistán ahora está prohibido que las mujeres hagan deporte (tampoco pueden salir de casa sin ir acompañadas de un hombre, ni estudiar en escuelas o universidades ni mostrar parte de su cuerpo en público, entre muchas otras restricciones). No hay lugar para el fútbol femenino. De hecho, la propia Khalida ha instado en sus redes sociales a las futbolistas a esconderse o huir del país por miedo a que los vecinos que las conocen las delaten. La situación es alarmante ●