Mundo Deportivo

"ME ENCANTARIA JUGAR DE PAREJA CON RAHM"

- Raúl Andreu

→ Sergio García (Borriol, Castellón. 1980) jugará a partir de este viernes en Kohler (Wisconsin) su décima

Ryder Cup: 1999, 2002, 2004, 2006, 2008, 2012, 2014, 2016 y 2018 (en 2010 fue vicecapitá­n). El castellone­nse se transforma cuando llega esta competició­n bienal en la que hizo historia hace tres años en París al establecer el récord de puntos sumados con 25,5, el 62% de todos los disputados, con un balance de 22 victorias, 7 empates y 12 derrotas. Sergio atiende la llamada de Mundo Deportivo para repasar 22 años de experienci­as en una prueba única, por la que siente auténtica pasión y en la que ya es historia viva de la Ryder.

¿Cuando echa la vista 22 años atrás, que es lo primero que piensa de la Ryder Cup?

Primero, mi debut. Luego energía, una energía increíble, una sensación vivida entre los compañeros que nunca antes había notado, que no existe por ejemplo en un equipo de fútbol…también lo bien que nos lo pasamos, aunque perdimos, nos remontaron en la jornada final del domingo pero después de tanto tiempo puedo asegurar que fue una semana que no olvidaré nunca.

¿Es posible quedarse con alguna edición? 2002: la primera tras el atentado de las Torres Gemelas, la paliza en terreno americano de 2004, el milagro de Medinah en 2012…

Hay muchas, es difícil decantarse por una sola porque cada una tiene algo que la convierte en especial. Pero ya que me pides quedarme con una, escogería la última, la de París, por varias razones: por la ciudad, por el ambiente, con el tee del 1 tipo estadio, la animación por el campo y la gente gritando tu nombre…fue un espectácul­o; también fue especial por el recorrido y el tiempo. ¡Y encima jugamos de maravilla!. Yo no llegaba en mi mejor momento pero enseguida conseguí la energía que te da la Ryder y pude ayudar al equipo sumando 3 puntos y batiendo el récord total, pero lo del récord para mí está en un segundo plano, el objetivo principal era recuperar la copa como fuera. El récord está muy bien pero no es tan importante como ganar la Ryder.

Dígame el capitán, de los nueve que ha tenido, que más le ha llegado, con el que más ha conectado.

Cada uno me aportó mucho, y cada uno ha sido lógicament­e diferente. Mark James (el primero en 1999) y Sam Torrance (2002) eran los más dicharache­ros, los más chistosos, eran serios desde luego pero siempre hacían muchas bromas. Obviamente Txema (Olazábal, 2012) fue muy emocional, por los discursos en el ‘team room’ que te hacían llorar. Con Txema se veía lo mucho que significab­a para él la Ryder, cómo recordaba y hablaba de Seve (Ballestero­s). Paul Mcginley (2014) fue igualmente uno de los mejores porque estuvo siempre muy pendiente de todos los detalles. Thomas Bjorn (2018) también, en París, En fin, que todos los que he tenido han aportado su granito de arena a la causa.

El jugador (o pareja) que más le ha llenado, motivado, con el que ha congeniado más y mejor ha sido.

Me he encontrado muy cómodo con todos, pero si he de elegir a uno diría que el inglés Luke Donald, siempre tuvimos una conexión muy buena, jugamos muy bien siempre juntos, en 2004, 2006 y 2012. Con Parnevik, en mi debut, también hubo mucho feeling…pero también diría que con Lee Westwood.

Olazábal en 2006 y Rafa Cabrera en 2016 han sido las únicas parejas españolas que ha tenido.

La edición de 2006 en el K Club de Dublín con Txema fue muy emocionant­e. Primero porque había un componente emocional en el equipo con Darren Clarke, quien seis meses antes había perdido a su mujer por un cáncer. Ian Woosnam me puso en los dos fourballs con Txema, ganamos los dos puntos y además de jugar muy bien, yo encima estaba jugando de pareja ¡con uno de mis ídolos!. Era mi cuarta Ryder y siempre he dicho que Txema y Seve han sido mis ídolos, y jugar de pareja una

Ryder con Olazábal no tiene precio, te lo aseguro. Ver lo entusiasma­do que estaba de jugar conmigo a mí me llenó muchísimo, me llegó al alma. Nos compenetra­mos muy bien. El primer fourball yo jugué muy bien y él acompañó y el segundo día fue al revés, él jugó como un tiro y yo le ayudé en lo que pude.

¿Le gustaría jugar al menos un foursome o un fourball con Jon Rahm esta semana?

Sin ninguna duda. A mí me

Lo hemos comentado y a él también le gustaría. Si lo mejor es jugar juntos, o no, perfecto en ambos casos”

Con Olazábal de capitán se veía lo mucho que significab­a para él la Ryder, cómo recordaba y hablaba de Seve”

En 2006 con Txema ganamos los dos puntos y además de jugar muy bien, yo iba de pareja ¡con uno de mis ídolos!”

Sacrificar Tokio fue duro y difícil pero valió la pena. ¡Ah! Los de París son en tres años y lo volveré a intentar”

encantaría, y lo hemos comentado, él también estaría encantado, pero todo dependerá de cómo se enfoquen las parejas, cómo lo vean el capitán y sus ayudantes. Si lo mejor es que juguemos juntos, o no, perfecto en ambos casos. Estaremos encantados de ayudar al equipo, juntos o separados.

El espíritu de equipo ¿sigue siendo el mejor valor que tiene Europa?

Por supuesto. Los jugadores son de muy buen nivel y eso no cambia. La compenetra­ción, camaraderí­a, buen rollo, todo suma y las necesitamo­s para ganarles a los americanos porque ellos quizá tienen mejor equipo pero las estadístic­as cuando empieces a competir valen para lo que valen.

Aún le queda cuerda pero ¿se ve algún día como el próximo capitán español de Europa?

Sí que lo veo como una posibilida­d pero no quiero pensarlo ahora porque entonces te olvidas de tu juego, te distraes y yo quiero jugar la Ryder a tope todos los años que pueda, las máximas posibles. Y cuando no de para más pues ojalá si pueda ser un día capitán.

¿Le ha valido la pena sacrificar los JJ.OO. visto lo visto en agosto y septiembre?

Sí, desde luego, fue una decisión complicada, difícil y dura. Con la edad que tengo, viajar a Japón para una semana tratándose de unos Juegos especiales por todo el tema de la pandemia, mas incómodos de alguna manera, y luego volver, en un viaje larguísimo e intentar jugar los 4 ó 5 torneos que quedaban del PGA Tour pues no niego que me hubiera costado y mi cuerpo lo hubiera notado. Y tu actitud cambia si no estás en plenitud de facultades. Gracias a ese pequeño descanso y a no viajar a Japón en los playoffs de la Fedex tuve dos buenas semanas y cerré una temporada bastante buena. ¡Ah! Pero los de París son dentro de tres años y lo volveré a intentar, claro.

Una Ryder sin Tiger Woods y Phil Mickelson ¿es menos Ryder?

En absoluto. Mira cuantas se han disputado sin Palmer, Nicklaus, Seve, Montgomeri­e, Langer, y siguen siendo increíbles. La Ryder está por encima de los jugadores a pesar de que todos ellos son historia de la prueba.

¿Qué destacaría del equipo americano?

Pues no lo sé. Lo que si veo es que es un equipo más joven, con savia nueva y más energía, pero esto es un arma de doble filo. Tener en el equipo a muchos rookies vale, pero si las cosas no salen bien se pueden venir abajo más fácilmente.

¿Qué favorece más a EE.UU., el campo de Whistling Straits o la presencia de público?

Va a ver mucho americano y poco europeo por las restriccio­nes, tendrán mucho apoyo pero si lo hacemos bien va a estar muy callado, habrá mucho silencio; cuando jugamos y ellos callan siempre es un dato interesant­e, y si conseguimo­s llegar a este punto pues sin duda será positivo para nosotros ●

 ?? FOTO: AP ?? Sergio García es historia viva de la Ryder Cup con 25,5 puntos sumados en 9 participac­iones, el 62% de todos los jugados. Suma 22 victorias, 7 empates por 12 derrotas. Por segunda edición consecutiv­a acude a la Ryder gracias a una ‘wild card’ del capitán
FOTO: AP Sergio García es historia viva de la Ryder Cup con 25,5 puntos sumados en 9 participac­iones, el 62% de todos los jugados. Suma 22 victorias, 7 empates por 12 derrotas. Por segunda edición consecutiv­a acude a la Ryder gracias a una ‘wild card’ del capitán
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FOTO: AP Sergio con Rahm en París'2018

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