‘Onze’ equivoca el punto de mira
Xavi Valls puso en práctica un dudoso método periodístico en la entrevista a Masip
El martes por la noche, en el programa ‘Onze’ del Esports3, el periodista Xavi Valls entrevistaba a Enric Masip en tanto que asesor del presidente Laporta. Como en otras ocasiones, Valls empezó apuntando bien en las primeras preguntas y después perdió fuelle. Menos mal que, cuando pudo, la co-presentadora Laia Tudel fue recogiendo y repreguntando las imprecisiones, incoherencias o divagaciones del invitado.
Pero sucedió algo insólito. Justo cuando Masip empezó a quejarse de las opiniones de algunos periodistas, Xavi Valls se adelantó. ¿Se refiere a Lluís Canut? Y lo tenía preparadito. Automáticamente apareció en la pantalla del plató una foto de su compañero de TV3 y, qué casualidad, la transcripción del párrafo concreto que justo le había molestado a Masip. Valls le sirvió con bandeja de plata la cabeza de su compañero de redacción para que su interlocutor se despachara a gusto contra él. Valls lo observaba pasivamente esperando a que terminara y luego, cabizbajo y con poco ímpetu, apeló al prestigio y la trayectoria de Canut. Pero la cosa no quedó así. Al terminar la entrevista, Masip volvió a cargar contra el periodista y después Xavi Valls, para despedirle, le invitó a repetir la experiencia siempre que le apeteciera: “Cuando tenga alguna cosa que explicar o tenga algún reproche para hacer a alguien, aquí siempre podrá hacerlo. Pero sepa que también habrá derecho a réplica de la otra parte”. En vez de ser el periodista el que fiscaliza la gestión del club, es el periodista quien pide al club que fiscalice a la prensa. Menuda innovación. Se invita a directivos y altos ejecutivos a señalar a periodistas. En el ‘Onze’ atenderán sus reclamaciones recuperando párrafos escritos e intervenciones en tertulias que no hayan satisfecho los deseos de los actuales gestores del Barça. Xavi Valls servirá las fotos de los periodistas en pantalla junto con los documentos de marras para que se despachen a gusto contra ellos. Y otro día, si los aludidos lo desean, tendrán el privilegio de participar del circo y entrar al trapo en su plató. Sin duda, el método puede crear escuela en otras cadenas. De momento, como televisión pública, este ejercicio más que estar al servicio del periodismo o del espectador, parece estar al servicio del Club ●