El remedio más deseado y necesitado
→ El Barça, su afición y hasta su entrenador lo necesitaban y él no les falló. En su primer partido como titular después de casi un año lesionado, Ansu Fati volvió a armarla en el Camp Nou. Igual que tres semanas atrás, cuando con solo 15 minutos dio un chute de adrenalina a todos los culés presentes en el Estadi frente al Levante, el delantero de 18 años volvió a evidenciar que no le pesa ni la presión, ni el 10 que lleva a la espalda y que heredó de Messi.
Antes de que el Valencia se adelantara en el marcador, con solo un minuto disputado, Ansu dio el primer aviso. En un contragolpe del Barça que elaboraron entre Dest y Memphis, la pelota llegó a Ansu, que buscó disparar al palo corto pero Foulquier desvió ligeramente el balón y evitó el gol cuando Cillessen ya estaba batido. El árbitro no pitó córner pese al toque del lateral valencianista. Poco después llegó el jarro de agua fría con el tanto de Gayà, que se sacó un trallazo desde fuera del área para poner al Valencia por delante en el marcador. Sin embargo, el Barça, personificado en Ansu, tiró de orgullo y solo siete minutos después ya ponía las tablas en el marcador. El ‘10’ emuló a Leo y, tras hacer pared con Memphis, disparó con rosca y mucha potencia para colocar el balón al lado izquierdo de Cillessen, que no pudo hacer nada para evitar el tanto. Con esa acción, Ansu no solo ponía al Barça de nuevo en el partido, sino que firmaba su segundo tanto de la temporada y enganchaba al público para que siguiera empujando hacia un triunfo muy necesitado tras las dos últimas derrotas ante Benfica y Atlético de Madrid.
No satisfecho aún con su aportación, Ansu provocó el penalti que transformaría Memphis Depay a cuatro minutos del descanso. El delantero azulgrana fue derribado por Gayà dentro del área del Valencia y el colegiado no dudó en señalar la pena máxima.
Tras el descanso, el hispanoguineano salió con la misma intensidad y volvió a poner a prueba a Cillessen, después de una buena combinación que trenzaron Dest y Memphis. Con el partido encarrilado, pero no sentenciado, Koeman empezó a pensar en el decisivo partido del miércoles ante el Dinamo de Kiev y sustituyó a Ansu por Coutinho, en medio de la ovación del público.
Con su actuación, Fati invita a creer en el discurso de Ronald Koeman, que el Barça puede pelear por la Liga con la recuperación de efectivos. Tras la reaparición a lo grande del propio Ansu, el técnico neerlandés pudo darle los primeros minutos al Kun Agüero.
Ansu no solo devolvió la alegría al barcelonismo, que ve como su equipo puede pasar al Madrid en la clasificación si gana el Clásico del domingo, sino que se vislumbra clave para doblegar al Dinamo en la Champions