Sandor debuta en EE.UU. batiendo a una leyenda
El barcelonés derrotó a los puntos al estadounidense Mikey García, ex campeón en cuatro categorías
Sandor Martín “Mikey no estaba en su peso natural y yo sabía que ahí tendría ventaja con mi rapidez” “Es el momento más grande de mi carrera. Siempre soñé con esto y no iba a fallar. He presentado mi carta al mundo del boxeo”
En Estados Unidos no conocían a Sandor Martín, pero ya han anotado su nombre, que comenzará a escalar posiciones en los rankings para disputar algún día un título mundial. En Fresno, California, con el público en contra, con jueces americanos y ante un rival de leyenda, el ex campeón mundial en cuatro pesos diferentes Mikey García, el barcelonés firmó el mejor combate de su vida y se llevó a los puntos una victoria enorme, de prestigio, aunque no hubiera un título en juego.
Al triple campeón de Europa, de 28 años, se le quedó pequeña España y también Europa: necesitaba una nueva etapa en su carrera. Surgió la oportunidad y no se lo pensó dos veces: si le llamaron para buscar un sparring asequible a Mikey García, un ‘grande’ que llevaba más de un año fuera de los cuadriláteros, se equivocaron. Sandor llegó en un estado dulce a Fresno, a la cita de su vida. Las apuestas estaban diez a uno en su contra. Tuvo que subir de peso hasta el welter para retar a Mikey, pero el americano de ascendencia mexicana tampoco estaba en su peso y Sandor aprovechó su velocidad, sus piernas y un boxeo de muchos quilates, demostrando que a la contra también se gana.
Un juez dio nulo, 95 a 95, y los dos restantes se decantaron por el triunfo de Martín, 97-93. Lanzó menos golpes pero los conectó mejor en el cuerpo del oponente. Fue rápido, astuto, mejor físicamente, eficaz con el jab, con su querida zurda y con sus peligrosas contras, valiente y escurridizo cuando el americano buscó la distancia corta, y muy superior en los rounds finales, cuando a García, de 33 años, le comenzó a fallar el fondo físico.
Mikey intentó siempre llevar la iniciativa, ocupar el centro del ring y castigar, pero Sandor fue una roca, encajador y resistente. Lección de boxeo del español, que fue encontrando los puntos que necesitaba con golpes certeros y con la sensación de desesperación de un rival que seguramente no pensaba encontrar tanta oposición. Solo se vio al americano realmente superior en el segundo asalto; en el resto, Sandor no pareció perder nunca el control. “Lo tienes ganado”, le decía en la esquina su padre y entrenador, Rafa, a falta de un asalto. Y así fue. Bombazo en USA y ahora, a esperar oportunidades aún mejores, porque a sus 28 años, lo mejor está por venir.
Pocas veces el boxeo español ha triunfado en Estados Unidos, y menos aún ante un rival de la talla de García, campeón en su día del peso pluma, super pluma, ligero y super ligero. La de ayer fue solo su segunda derrota en 42 combates, de los que había ganado 30 antes del límite. Sandor, campeón europeo del super ligero, lo hizo además en un combate principal, la estrella de la velada. De ahí la euforia que le invadió cuando escuchó su nombre como ganador.
“Es el momento más grande de mi carrera. Siempre dije que lo iba a hacer, y lo he hecho”, dijo el español a los micrófonos de DAZN. “Sé como entreno, confío en mis posibilidades, siempre soñé con este momento y no iba a desaprovecharlo. He presentado mi carta al mundo”. “Teníamos que desesperar a Mikey, pero no es un boxeador muy natural en este peso, y sabia que ahí podía sacar ventaja con mi rapidez”. “Es peligroso, experto y pega duro, pero yo lo tenía todo para una gran noche”. Pero su adversario no pareció conforme con el resultado de la pelea. “Los jueces me han dado perdedor y no hay vuelta atrás. Sandor es un buen boxeador pero yo he sido el que ha llevado el ritmo y él ha huído cons- tantemente”, dijo. Un orfebre con guantes Sandor Martín deja su palmarés en un espectacular 39-2, con 13 KO’S. Jamás ha perdido por KO, y la última de sus dos derrotas se produjo en un ya lejano 2017, en Suecia ante Anthony Yigit por el tí- tulo europeo superligero que más adelante sería suyo. Debutó como profesional en 2011 y su preparación queda en familia, en manos de su padre y entrenador Rafa Martín, propietario del gimnasio KO Verdún en Nou Barris. Allí se hizo boxeador ’Arrasandor’, el mismo que durante el confinamiento se entrenaba en su plaza de parking. Frente a Mikey García pudo verse su fondo de armario: zurdo, incómodo para el rival, veloz, escurridizo, inteligente y con una esquina que prepara los combates con gran sentido táctico. A pegada le pueden ganar, pero en el pack completo del boxeo, Sandor empieza a merecer que se acuerden de él para disputar un Mundial ●