Los globos se nutren de la tele decadente

La Balloon World Cup necesitó a los veteranos colaboradores de El Chiringuito

El jueves pasado por la tarde, en Twitch, se organizó el Mundial de Globos, oficialmente Balloon World Cup. Inspirados por una intensa competición de salón que se hizo viral en internet, sus promotores aprovecharon la expectativa generada con esos globos para transformarlo en disciplina deportiva con mucho sentido del humor. Añadieron a la clásica competición doméstica de globos la dimensión propia y grandilocuente de un Mundial con el liderazgo de las dos figuras de éxito en sus respectivos ámbitos: Ibai Llanos y Gerard

Piqué. El espectáculo fue entretenido porque combinaba el lenguaje y las dinámicas deportivas más tradicionales con el espíritu casero y la emoción que siempre ha tenido este juego con los globos. El cuadro de la eliminatoria, la rivalidad por países, los himnos que preceden el partido, el rol de los árbitros, el VAR y los comentaristas se mezclaron con el sofá, las butacas, las mesillas y las lámparas como obstáculos a superar en la caza del globo. Los breves partidos y la indudable diversión e intensidad del juego aseguraron el espectáculo y, sin duda, Twitch innovó con acierto en sus contenidos. Ofreció algo distinto.a pesar de organizar un montaje eficaz, los promotores necesitaron algunos elementos de la televisión tradicional más caduca para rematar el espectáculo. Los personajes que Llanos y Piqué eligieron para amenizar su mundial fueron los colaboradores de El Chiringuito. Rafa

Guerrero ejerció de árbitro, Cristóbal Soria de delegado de globos y Alfredo Duro y Jorge D’alessandro complementaron la labor de comentaristas. Los protagonistas senior más curtidos en el circo de las tertulias nocturnas televisivas participaban encantados, convirtiéndose en una especie de veteranos títeres obedientes al servicio de las nuevas tendencias mediáticas para intentar no perder comba. Apelando a la supuesta proximidad como valor fundamental de Twitch, hay que añadirle la faceta cutre y jocosa que suponen los medios tradicionales. Son ingredientes útiles para acentuar la burla. No deja de ser curioso como Twitch, la tan cacareada ‘plataforma del futuro’, necesita nutrirse de la tele más decadente para reafirmarse ●