Culebrones innecesarios
En Deportes Cuatro nos ponían al corriente de la absurda telenovela de Icardi
Alos de Deportes Cuatro les interesó mucho los líos personales de Icardi, hasta el punto de que ayer nos ofrecieron un recopilatorio de los jaleos que tuvo en las redes sociales con su esposa y otra amiga y que delataban una presunta infidelidad. Los espacios de deporte están tan aburridos que el reportaje era más propio de un programa de corazón. Pero tenían el pretexto perfecto: alegaron que los problemas personales del jugador estaban empezando a afectar al PSG. Y así nos ponían al corriente de un culebrón lamentable sin interés. El relato se construía a partir de imágenes de las redes sociales de los protagonistas del trío en conflicto, lo que iba de perlas al programa porque así se aseguraban de que la noticia estaba nutrida de un montón de fotos donde aparecían las mujeres tal y como tradicionalmente a los programas de deporte les ha gustado enseñarlas. Objetos decorativos complementarios a los gladiadores del futbol con sus vidas sometidas a los caprichos del macho alfa. Los detalles de la disputa servían para explayarse con el material y contarnos la telenovela barata de turno.
Si bien puede comprenderse que la alineación de Icardi en el partido sea un tema noticiable y es razonable la necesidad de un contexto, el melodrama resultaba accesorio.
La noticia es sintomática de la inmadurez que rodea el escaparate del deporte y a los programas que van a remolque. Huérfanos de declaraciones y entrevistas de futbolistas, cada vez con los derechos de las imágenes de los partidos más limitados y con unos protagonistas que solo se sienten motivados ante las estrellas serviles de Twitch, los informativos del mediodía han quedado reducidos a los restos de serie de Instagram, vídeos virales y secuencias de impacto en deportes de riesgo. No se trata de la salsa rosa de Icardi. Se trata de analizar para qué sirven estos programas a estas alturas. Son cada vez más breves, más superficiales, y, lo más grave: sin novedades.
La actualidad deportiva ya ha dejado atrás la necesidad de los espacios de deportes televisados, porque no son más que el coche escoba que va recogiendo lo más destacado de las redes sociales ●