Llega el Tourmalet en plena crisis de confianza
→ Tras tropezar ante Elche y Cádiz, muchos apuntan a Vicente Moreno
→ Objetivamente, que el Espanyol esté a día de hoy, cruzado el ecuador de Laliga, con 27 puntos, 10 por encima del descenso, cuando hace apenas unos meses estaba en Segunda, no puede considerarse un mal balance. Sin embargo, el entorno perico anda revuelto por las pésimas prestaciones del equipo lejos de su estadio (7 puntos ganados de 33 disputados) y sobre todo por los dos últimos resultados del equipo, que viene de perder ante el Elche en su fortaleza del RCDE Stadium y de salvar in extremis (gol de RDT en el minuto 95) un punto en Cádiz.
Un partido, el del Nuevo Mirandilla, que los blanquiazules parecían tener en el bolsillo en un primer tiempo en el que tuvieron el control y las ocasiones para irse con dos o más goles de ventaja en el marcador. Una superioridad que no se plasmó y que se pagó muy cara, en forma de empate que bien pudo quedar en derrota.
Vicente Moreno, señalado
El dedo acusador del entorno apunta a Vicente Moreno como máximo responsable de la plantilla. Y por extensión, a unos jugadores que adolecen, según esta acusación, de la garra y el ‘hambre’ imprescindibles para sentenciar partidos como el de Cádiz cuando la situación es propicia.
Y en esta crisis de confianza se le viene al Espanyol su particular Tourmalet, con enfrentamientos consecutivos ante Betis, Athletic, Barça, Sevilla y Villarreal. Un plan de competición que despierta temores entres los aficionados,
1 El equipo viene de perder en casa ante el Elche y de dejarse dos puntos en Cádiz
2 Tras encajar menos de un gol por partido hasta la jornada 16ª, ha recibido 2,2 en las últimas cinco
que suman la decepción de Cádiz a la que supuso perder en casa ante un Elche al que le bastaron 14 minutos para ponerse 0-2 en el marcador.
Recuperar el espíritu colectivo que brilló por su ausencia en alguna acción de ataque en las postrimerías del primer tiempo del Cádiz-espanyol, cuando Embarba primero y Puado después intentaron resolver por si solos sendas de acciones de ataque pese a tener compañeros en mejor situación de remate, es urgente. Así como la solidez de una defensa que ha encajado once goles en sus últimas cinco citas ligueras (a 2,2 por partido) cuando en las primeras 16 había recibido 15 (a 0,9 por choque) y la mejor versión de individualidades que no tienen este curso el peso específico del pasado.
Factores a corregir con urgencia. Porque este viernes llega a Cornellà el Betis de Manuel Pellegrini, aupado a la tercera plaza y que es el tercer mejor equipo fuera de casa de toda la competición. Unas credenciales a las que el Espanyol debe hacer frente en el momento más complicado del curso. No por la clasificación sino por las sensaciones ●