“En esta segunda manga gano o me mato”
→ Paula Fernández-ochoa recuerda la figura del ‘Paquito’ padre y esquiador
→ Detrás de los flashes de los éxitos deportivos suele esconderse muchas veces, por no decir casi siempre, la paciencia y el cariño de la familia que rodea al deportista, y en el caso de Paco Fernández Ochoa no fue una excepción, tal como recuerda para MD su hija Paula Fernández-ochoa. “Nos hace muchísima ilusión ver cómo se le recuerda. Por un lado, siendo conscientes de que marcó un antes y un después para España por su oro olímpico en Sapporo 72 y sus logros deportivos, se sentía feliz de representar a todos los españoles. Y lo que más nos llena a la familia es ver lo mucho que le quería la gente. No hay quien no recuerde sus carcajadas, su autenticidad, lo genuino que era”. Divertido contaba siempre, al hablar de aquellos JJ.OO. “que un español ganase una medalla olímpica en esquí era como si un austriaco saliera por la puerta grande en Las Ventas”.
La responsable del proyecto ‘Mujer y nieve’ de la RFEDI, integrante de la junta directiva de la federación, destaca su “actitud ganadora de la vida y cómo se comía la vida a bocados. Mi padre supo vivir y supo morir, afrontando el cáncer como si fuese el mejor (y último) slalom de su vida”. ¿Por qué no pensar que va a salir bien? Y si no, pues habrá que morir. Pero perder la vida, no”, decía. No olvida Paula su gen ganador. Tras hacer el mejor tiempo en la primera manga del slalom de Sapporo señaló antes de la ronda definitiva que “en esta segunda manga gano o me mato. Tenía que darlo todo y se sentía campeón”. Y esa actitud la aplicó siempre a todo lo que él hacía.
Al año, en 1973, se casaba con su mujer Chus, clave en el Paco persona y deportista como apunta Paula: “Mi madre siempre estuvo al lado de mi padre, apoyándole en todo, siendo su equilibrio y “haciendo hogar. Sin duda, otro gran oro” ●