CONEXIÓN SARAJEVO
→ La capital de Bosnia se postula como posible subsede de la candidatura olímpica Pirineus-barcelona 2030 → Acogería el luge, skeleton, bobsleigh, saltos y combinada nórdica, cumpliendo con la Agenda 2020
→ En el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, la candidatura olímpica de invierno Pirineus-barcelona 2030 experimentó un nuevo empujón con la reunión que mantuvieron los líderes del Comité Olímpico Español (COE), con el presidente Alejandro Blanco a la cabeza, y del Comité Olímpico de Bosnia y Herzegovina, encabezados por el primer dirigente Marijan Kvesic. Una reunión que se inmortalizó con una fotografía conjunta de los máximos dirigentes. La voluntad de ambas partes quedó manifiesta y se materializó con las declaraciones posteriores a la reunión. Alejandro Blanco apuntó a MD tras salir de la reunión que “hemos intercambiado opiniones y estudiado posibilidades. Hemos estado visualizando el futuro y estoy contento de cómo ha ido la reunión. Seguiremos hablando ”, a lo que la alcaldesa de la capital bosnia Benjamina Karic añadía: “Tenemos la voluntad de volver encender conjuntamente la llama olímpica con nuestros amigos de Barcelona para el mayor evento deportivo que se celebrará en el año 2030”.
La elección de Sarajevo no es casual, dados los vínculos existentes entre la capital de Bosnia y la ciudad de Barcelona, después de que el 21 de noviembre de 1995 se firmaran los acuerdos de paz de Dayton para poner fin a la guerra de los Balcanes. Tres años antes, el 25 de julio de 1992, el entonces alcalde de Barcelona, Pascual Maragall, haciéndose eco del SOS de su homólogo de Sarajevo, en el discurso de apertura de los Barcelona’92 hizo un llamamiento a la tregua olímpica, a la detención de la guerra y del asedio de la capital bosnia. Un primer equipo de atletas bosnios escapó de la guerra y compitió en los BCN, entre ellos la nadadora Anja Margetic, actual teniente alcalde de Sarajevo.
Dos años después, en los Juegos de Invierno de Lillehammer, y coincidiendo con el décimo aniversario de los de Sarajevo –los primeros de Juan Antonio Samaranch como presidente del Comité Olímpico Internacional–, el propio Samaranch viajó a Bosnia y prometió reactivar el llamamiento a la tregua olímpica y reconstruir las instalaciones olímpicas después de la guerra.
Y ahora, 28 años después, vuelven a estrecharse los lazos entre ambas ciudades con Pirineus-barcelona, de forma que Sarajevo podría acoger algunos deportes de los que no existe apenas tradición ni instalaciones en España, comoel luge, skeleton, bosleigh, saltos de esquí o combinada nórdica, cumpliendo así con la nueva norma del COI, la Agenda 2020+5, que obliga a los nuevos proyectos olímpicos a no construir ninguna instalación nueva que no garantice la sostenibilidad, el impacto y el legado de la inversión. En su día se habló, al margen de Sarajevo, de otras ubicaciones como las estaciones de esquí de La Plagne y Courchevel en Francia. Más próximas en la distancia, pero más lejanas en la emotividad.
Las cartas están sobre la mesa y ahora el primer paso es saber cuánto costaría poner al día estas instalaciones olímpicas que fueron la envidia del mundo en 1984 pero que a día de hoy presentan una imagen desoladora. Habría que reconstruirlas y queda por saber cuál sería el coste, aspecto no baladí que se tratará en las próximas reuniones previstas en Madrid, a las que los dirigentes bosnios acudirían con un presupuesto estimado. Medios bosnios hablan ya de Sarajevo como subsede olímpica de Pirineusbarcelona 2030 y de que un 25% de los atletas y entrenadores previstos en la candidatura de los Pirineos recalarían en suelo bosnio.
Un idea que podría hacerse realidad y que daría como resultado una candidatura revolucionaria y potente, basta recordar que los de Sarajevo aún se consideran como los mejores Juegos Olímpicos de Invierno, distinción que también recibieron los de Barcelona 1992 ●