Una alegría inmensa: los cinco goles de Messi
Para quienes apreciamos su inmenso talento, ha sido un alegrón ver a Messi meter otra vez cinco goles en un partido. Tenía ganas de que hiciera algo tan grande. Pero siempre hay gente dispuesta a desprestigiar cualquier cosa que Leo haga. Esta vez han salido con lo de que el rival era Estonia. Pues les diré que marcar cinco goles es tan difícil que la mayoría no lo han hecho ni en un entreno. Que quede claro: todo lo que digamos de la grandeza de Messi en un campo de fútbol será poco, poquísimo. Siempre nos quedaremos muy cortos. Entiendo que entre nuestros más directos rivales haya quien aún le tenga manía por los destrozos que les provocó durante años, pero me extraña mucho más que haya gente, también entre una parte del barcelonismo, que parece avinagrarse cuando le recuerdan a Messi, como si quisieran tapar su figura, minusvalorarla. De acuerdo, ya no tiene 25 años y puede que espacie más esos recitales de fútbol que sólo él convirtió en ‘normalísimos’. Pero yo que he visto y he jugado con y contra todos los grandes puedo decir que si Messi fuera un gran plato de cocina tendría todos los ingredientes, los mejores, no le faltaría ni uno: el que más goles mete, el que más goles da, el que más continuidad ha tenido, el que más récords bate... Un tío que en el Barça ha marcado casi 700 goles, que ha soportado la presión de ganar partidos durante 15 años y que suma 10 Ligas y cuatro Copas de Europa es incuestionable.
Ahora tiene otra Liga en Francia y tampoco le cuenta, parece. Messi es el único jugador al que se le reprocha más lo que no ganó que le valoran lo que sí ganó. No le pasa a ningún otro. A nadie se le ocurre, y lo veo muy justo, poner en tela de juicio a Di Stéfano ,a Puskas oa Cruyff por no tener un Mundial, oa Ronaldo por no haber ganado una Champions. A Messi sí se le echa en cara que “’sólo’ tenga cuatro Champions”. “¡Sólo!”, dicen. Ahora lleva 35 partidos sin perder con Argentina y el latiguillo es: “Vale, pero le falta el Mundial...”. Por eso, si logra poner esa guinda, ya sería el acabose, aunque para mí no la necesita para saber que es el mejor. Es más, por mí, como barcelonista, al Camp Nou ya le pueden poner su nombre