La venganza que Ante Tomic sirvió en el momento justo

Hacía 8 años que el Joventut de Badalona no ganaba en el Palau Blaugrana. Y lo consiguió el pasado domingo. Hacía 14 años que la Penya no se clasificaba para unas semifinales de la Liga ACB… Y ahora tiene el factor cancha a favor para plantarse en la final. El éxito es de un entrenador sensato como Carles Durán, que gesticula poco pero sabe mucho, de un trabajo de cantera que sigue dando talentos superdotados como Joel Parra, y de tener un pívot alto como Ante Tomic que marca las diferencias desde que llegó al pabellón Olímpico. El gigante croata está en Badalona porque, tras 8 años en el Barça, donde llegó a ser un muy digno capitán, se le terminó el contrato y no se le quiso renovar. Llegaba Jasikevicius al banquillo y el lituano no contaba con él. Para su baloncesto, quería otro tipo de pívot. De hecho, en las oficinas del Palau cuentan que la primera vez que el Barça intentó contratar a Jasikevicius, Saras fue el primero en saber que necesitaba más currículum europeo en el Zalgiris y, además, indicó que había dos jugadores con los que él no contaría: Navarro y Tomic. Ante tal petición en primavera de 2017, Albert Soler y compañía se asustaron y terminaron por fichar a Sito Alonso. Error. Navarro todavía jugó una temporada más y ahora, paradojas de la vida, es el jefe de Jasikevicius. Tomic, un profesional de pies a cabeza, se largó a Badalona cuando llegó Saras. En el segundo partido anotó 24 puntos ante un irregular Sanli y un Davies que ya está de salida. Mañana, tercer partido ●