Asensio, superviviente en Málaga
el balear resiste y aprovechó la oportunidad en su única titularidad
→ En Málaga necesitaban una noche así. Una ciudad tan futbolera merecía una fiesta como la que se vivió en La Rosaleda. La afición respondió desde que se anunció el encuentro y se pusieron las entradas a la venta. En 24 horas se acabaron. En un día volaron las 30.000 entradas.
Y es que hacía casi cinco años que la selección española no visitaba el estadio malaguista. La última vez fue en noviembre de 2017, cuando la Roja goleó a una buena Costa Rica con una manita (5-0). Pero cómo cambió todo en Málaga desde entonces. Su equipo de fútbol, acostumbrado a pelear por las posiciones europeas o a hacer historia por Europa, incluso llegando a cuartos de final de la Champions League, hizo la peor temporada de su historia, quedó último y descendió a Segunda División. Y ahí sigue, peleando y sufriendo. Demasiado, porque en este pasado curso han tenido que amarrar la permanencia.
No solo cambió Málaga. También la selección. Lopetegui fue reel levado y entró Luis Enrique. Además, no han pasado ni cinco años y de aquella selección que ganó a Costa Rica en 2017 solo quedan cuatro supervivientes, Jordi Alba, Busquets, Morata y Marco Asensio. De hecho, los dos últimos fueron titulares ayer. El delantero del Real Madrid empezó de inicio por primera vez en esta concentración y aprovechó la oportunidad, de las últimas que le brindaba el seleccionador.
futbolista del Real Madrid, que había jugado su último partido internacional en noviembre de 2020 ante Alemania, sabía que su billete para Qatar pasaba en buena parte por aprovechar la oportunidad de Luis Enrique. En La Rosaleda jugó por la derecha y se entendió perfectamente con Carlos Soler. De sus botas nació el 1-0. Puso el cuerpo para ganar un balón dentro del área y se le dio de cara a su compañero.
El balear estuvo activo durante los 72’ minutos que estuvo sobre el verde. Reclamó un penalti con el 1-0 cuando ya se iba encarando portería y le dio oto buen balón a Carlos Soler que no pudo aprovecharlo.
La grada le agradeció el esfuerzo y lo ovacionó cuando se marchó del terreno de juego. Un buen reconocimiento. También le aplaudió el técnico. Asensio deberá decidir bien su futuro porque de lo que pase en los próximos meses dependerá su presencia en Qatar.
Paralelamente, la afición reivindicaba su pasado al grito de ‘¡Málaga, Málaga! y recordaba con melancolía tiempos pasados que esperan que vuelvan pronto. Al menos, en Palo, les sigue quedando el Pimpi Florida ●
La Rosaleda volvió a vivir una noche de fútbol mágica con la afición entregada