Ineficacia contra consistencia
Perdonar se paga y más en la Champions ante un gran rival como el Bayern. La sorpresa llegó al inicio del partido al conocer los onces. Creo que Xavi arriesgó bastante cambiando dos defensas en el once al alinear a Christensen y Marcos en un partido de tanta trascendencia. Parecían demasiados cambios a priori. En el primer tiempo, todo funcionó muy bien salvo al inicio, cuando apretó el Bayern. La ocasión de Pedri activó a los azulgrana para ser mejores y más peligrosos en ataque. Fue ahí bastante superior el Barça, con Pedri y Gavi rayando a gran nivel, faltándole lo que tiene ahora: pegada y finalización. Esta vez no entró la de Lewandowski y después estuvo el penalti a Dembélé no pitado. ¿Para qué está el VAR?
Otra cosa fue el arranque del segundo tiempo y ahí quizá se notó que jugaran dos defensas que no lo habían hecho últimamente. El 2-0 ya dejó casi sentenciado el partido. Enfrente, físicamente tampoco tuvo recursos el Barça para sobreponerse al segundo gol ni le llegó pronto el tanto que le diera fuerzas para soñar con el empate. Ahora bien, derrota al margen, se vio un equipo completamente distinto al de la temporada pasada en Europa, siempre con opciones para marcar. Los últimos cambios ya fueron tardíos. Ansu solo tuvo 10 minutos y Kessie podía haber dado algo más de vitalidad ante el empuje del Bayern, apoyado además por su renta. La ocasión de Pedri fue en el 66’ pero hasta el 81’ no hubo más sustituciones para morder mejor a un Bayern cuyos cuatro defensas destacaron y Kimmich manejando los tiempos en la medular con Sané apuntillando arriba ●