Fede Valverde te da alas
Champions league / Jornada 2ª → el uruguayo salvó a los blancos de un tropiezo en casa
→ Tuvo que llegar el equipo de las bebidas energéticas, el Red Bull Leipzig, para hipnotizar al Real Madrid. Para anularle. Y dejarle sin ideas. Aunque no del todo. Porque el Madrid tiene alas, como dice el mítico slogan de la compañía austriaca, y son las de ‘su’ pajarito, Fede Valverde, que comenzó a agitarlas cuando el golpe era inminente.
Y es que lo espeso que fue el partido del Real Madrid se puede definir en muchas líneas, usando metáforas o señalando a según qué botas, pero en estos casos lo más socorrido es acudir a las matemáticas, que nunca fallan, y que dicen que el primer tiro a puerta no llegó hasta el minuto 70. Y así se entiende todo. Y por si siguiera habiendo escépticos, el Bernabéu se encargó de reclutarlos con pitos hacia el equipo cuando este estaba siendo sometido por el Leipzig.
Porque le faltó ritmo al equipo. Combinaciones. Ganas. Por faltarle le faltó incluso un césped. Uno más cuidado y apto para jugar al fútbol por mucho que los de Ancelotti no estuvieran muy dispuestos a ello.
Aunque el rival, que puso más de su parte, tampoco fue sobrado. Y si no pudo hacer sangre fue porque atacaron con la cubertería de plástico y no con la de plata. Mucho Leipzig pero pocas nueces. Y mucho Courtois, que también tuvo su cuota de culpa al mantener la portería a cero, la segunda de dos posibles en la Champions.
Con lo cual, los alemanes asustaron y asustaron hasta que al Real Madrid enfadaron y con dos zurdazos certeros, el segundo de un necesitado Asensio, los de Ancelotti sumaron su octava victoria en lo que iba camino de ser un tropiezo y que terminó siendo un salto hacia arriba más. El fútbol tiene estas cosas. Y el Real Madrid también ●