Las cuatro amarillas a Busquets en cinco partidos son una pista
Sergio Busquets ha jugado cinco partidos esta temporada y ha visto ya cuatro tarjetas amarillas. Dos ante el Rayo, que le costaron la expulsión, una en Cádiz y otra más en Múnich. Todas ellas justificadas. Viendo el vaso medio lleno, las amarillas al capitán del Barça indican hasta qué punto está metido, concentrado y prefiere hacer una falta táctica y cargarse con una tarjeta antes de que el equipo se vea incapaz de frenar un contragolpe, algo que saca de quicio al entrenador. Pero el vaso medio vacío nos indica que, en ocasiones, Sergio quizás tiene que recurrir a la falta o bien porque no llega tan a tiempo como solía -la edad no pasa en balde y el fútbol va de décimas de segundo- o porque tiene que rascar cuando el equipo se abre y el rival le viene de cara, en velocidad y con muchos espacios. El Barça de Xavi ha arropado al mediocentro pero, aún, hay veces que pillan al equipo con un solitario Busquets teniendo que cubrir demasiado territorio. El dato significativo es que ‘Busi ’esel único centrocampista que ha visto una tarjeta amarilla en lo que va de temporada. El resto se las reparten entre defensas (Araujo, Balde, Sergi Roberto y Piqué) y dos delanteros que muerden en la presión (Raphinha y Dembélé). Por ahora, ni Pedri , ni Gavi , ni De Jong , ni Kessie han visto tarjeta alguna. Y todos ellos son jugadores que van al choque, que ponen el pie, que van con todo a la presión y que ya serán castigados por el colegiado. Pero las cuatro amarillas a Busquets indican, hasta ahora, que se puede mejorar la reagrupación de líneas. Factor imprescindible para ganar partidos importantes ●