Liderazgos renovados

Ll Barça se va al parón internacional con los deberes hechos en lo doméstico y tareas pendientes en Europa pero, más allá de hincar la rodilla en la primera piedra de toque de la temporada, es un equipo que genera una ilusión renovada. Prueba de ello son las grandes cifras de asistencia, como los 85.000 aficionados que desafiaron la lluvia y la hora de la siesta para acudir al Barça-elche.

El Barça ha vuelto a competir, se vio en Múnich a pesar de la derrota. Competir es lo mínimo exigible a un equipo con tamaña inversión económica, pero hay un factor que puede ser clave para conseguir los éxitos que han faltado los últimos años: el liderazgo. Desde que se fueron Puyol y Xavi, al Barça le ha faltado esta figura. Iniesta, Messi o Piqué han sido jugadores influyentes, pero fuese por su personalidad o manera de ser en el campo les costó comandar al equipo cuando las cosas se torcían.

Quizás Lewandowski no pudo tirar del carro en Múnich pero, por la ascendencia, carisma o cómo se comunica con los jóvenes, intuye que puede ser ese jugador clave que insufla ánimos a la tropa cuando es necesario. Coincide además que ahora en el banquillo hay otro líder de gran influencia. Un Xavi que ya ejerció de líder y capitán como jugador y que ahora hace lo propio desde la banda o en sala de prensa.

Es pronto para llamarle líder a un Lewy que solo ha jugado ocho partidos de azulgrana y que nunca ejerció ese rol en Múnich, porque coincidió con otros jugadores de gran calado entre público y plantilla como Neuer o Muller. Quizás por eso puso tanto de su parte para llegar a Barcelona y tardó un partido en tirarse el equipo a la espalda y ejercer de líder contagiando su voracidad y fe ●