EL LÍDER BAILA
→ Un Real Madrid muy serio se llevó el derbi con la fórmula habitual: Solidez defensiva y dinamita arriba → El Atlético disparó con balas de fogueo, duplicó a su rival en ocasiones, pero sólo marcó de rebote
→ En un derbi mediatizado por el asunto de Vinicius, los bailes y el racismo, en los exteriores del Metropolitano se produjeron unos cánticos inaceptables de aquellos que no es que ensucien la imagen del Atlético y el fútbol, que también, sino que ensucian la imagen del ser humano, directamente. Gente que sobra. Sin más.
Apartado ese desagradable asunto, cuando el balón echó a rodar se vio un buen derbi en el que el Real Madrid tiró de eficacia y contundencia ante un Atlético que fue todo voluntad en el inicio, hasta que recibió dos bofetones en forma de goles. ¿Jugó mal? Pues la realidad es que no, pero tampoco dio impresión –más allá de los primeros 15 minutos– y de ese arreón final motivado por un gol casi de rebote, de poder llevarse el duelo.
El Atlético quiso bailar, se sabía los pasos, pero le faltaba la precisión de los grandes bailarines, diríamos. Le puso pasión al inicio, ante un Real Madrid que se limitó a mirar y ejecutar a la perfección los suyos, los ‘profesionales’, los que le han llevado a ser el actual campeón de Laliga y de la Champions: Solidez defensiva y dinamita arriba. El equipo merengue volvió a tomar el Metropolitano con esa fórmula que ha refinado como Nureyev, que le ha asegurado seis de seis en este
El equipo de Carlo Ancelotti se marcha al parón con seis victorias en seis partidos
arranque liguero. Impresionante. El Real Madrid se marcha líder incontestable al parón. El Atlético, al contrario, sigue inmerso en la duda, en la búsqueda de un once, de un estilo, de una identidad… Será un parón muy largo para los de Simeone.
El Atlético duplicó en remates a su rival, pero no fue capaz de poner en el partido argumentos reales para ganar. Arrancó con buenas ocasiones pero el Madrid golpeó en la primera. Valverde rompía líneas, Tchouameni tocaba sutil el balón por encima de la zaga colchonera, Felipe volaba intentando despejar en vano, para un Rodrygo que fusilaba a bote pronto a Oblak. Golazo celebrado con un baile entre los brasileños del Real Madrid.
El tanto cambió claramente el panorama del partido, el Atlético se metió en una velocidad en la que claramente no hacía daño a su rival. Y el Real Madrid, con la tranquilidad en el marcador tocaba quirúrgicamente, como en el segundo gol. Una simple pared entre Vinicius y Modric dejaba al brasileño en su escenario preferido, corriendo con espacio hacia el área. Witsel, que no es central aunque lo haga de maravilla ahí, medía mal, no salía a encimar al delantero ‘merengue’ que disparaba al palo, el rebote salía hacia el otro poste donde Valverde fusilaba.
Se imponía realizar cambios. El Cholo metía al campo a Cunha, Morata, Correa y Hermoso. La recta final era con cuatro delanteros por así decirlo. Pero jugar con cuatro atacantes no te asegura tener más ocasiones. Y dos no bailan si uno no quiere. Y el Real Madrid no quería, le bastaba con guarecerse ante un Atlético que se reenganchó al partido en los últimos diez minutos con un gol casi sin querer. Un saque de esquina que tocaba Militao y en el que Courtois fallaba, acaba en el hombro de Hermoso, que ‘remataba’ a la red ●