Árbitros dialogantes
Muñiz Ruiz escribió en el acta del partido Barça-elche, que dirigió en el Camp Nou, que expulsó al técnico ilicitano a los 43 minutos porque había protestado “de forma ostensible, saliendo de su área técnica hacia la ubicación del asistente número 1”. El colegiado Ortiz Arias ,que dirigió el Betis-girona, redactó que la expulsión de Michel en el minuto 23, técnico del equipo catalán, obedeció a que también se dirigió al asistente con estas palabras: “¿Y ese fuera de juego no tenéis que aguantarlo? ¿Qué pasa que vais de verde?”. Las dos causas no me parecen motivo de gravedad para mostrar la roja directa.
En la pasada jornada de la Champions vimos una escena surrealista cuando al final del partido City-dortmund, Pep Guardiola se dirigió al veterano árbitro italiano Daniele Orsato con gestos muy feos y gritándole a la cara no sé qué, y el colegiado con una sonrisa le sacó una tarjeta amarilla. Pep, veterano como es, no dudó en abrazarse al árbitro inmediatamente en una muestra clara de arrepentimiento. Seguramente un colegiado español no habría dudado en expulsar a Pep. Creo que los árbitros tendrían que tener un poco más de paciencia con los entrenadores y mostrarse más dialogantes. La verdad es que tanto Muñiz Ruiz como
Ortiz Arias me han recordado a esos urbanos de Cambrils que pasan durante el día por la esquina del barheladería del Coco o por el Siddartha de Jakob para ver si el volumen de la música está muy alto, como si los lugares de ocio estuvieran obligados a ser aburridos y sin música. Y no. Parece el mismo criterio que aplican los árbitros con unos entrenadores que son presa de despido constante ●