Rosell, absuelto
→ Tras el juicio del pasado 12 de septiembre, el ex presidente del FC Barcelona queda exculpado de un presunto delito contra la Hacienda pública por unos hechos de 2012
→ Tras el juicio celebrado el pasado 12 de septiembre en Barcelona, el Juzgado Penal número 3 de Barcelona absolvió ayer a Sandro Rosell, presidente del FC Barcelona entre 2010 y 2014, de un presunto delito contra la Hacienda pública después de que la Fiscalía le acusara de defraudar 230.951 euros en 2012 y pidiera una pena de dos años y nueve meses de cárcel por utilizar una sociedad administrada por él mismo para cobrar sus servicios profesionales. La Fiscalía pedía además una multa de 300.000 euros y que no pudiera recibir subvenciones, ayudas públicas e incentivos fiscales durante tres años. Rosell no llegó a declarar el 12 de septiembre por recomendación de uno de sus abogados, Pau Molins, al remitirse a la declaración que ya hizo cuatro años atrás desmintiendo que hubiera cometido fraude fiscal. El propio Rosell estaba totalmente convencido de que la sentencia sería absolutoria como así ha sido finalmente.
La resolución señala que “no ha quedado enervada la presunción de inocencia de la que goza todo acusado que comparece al plenario”.
En junio de 2019, Rosell ya hizo la correspondiente devolución a la Agencia Tributaria más los intereses y al mismo tiempo negó la comisión de un delito. Sus abogados pudieron confirmar con pruebas que los servicios que se habían facturado sí habían existido y se habían realizado. Pau Molins, uno de sus abogados, ya dijo que Rosell tiene motivos para sentirse maltratado por la justicia y por Hacienda.
Es un nuevo triunfo en los tribunales por parte del ex presidente del Barça, que ya fue absuelto hace tres años tras ser acusado de blanquear comisiones ilegales del ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira, caso por el que permaneció injustamente 22 meses en prisión preventiva. Es el caso con mayor estancia en la cárcel por un presunto caso de delito fiscal que finalmente no tuvo lugar. La Audiencia Nacional acabó absolviéndole a pesar de que la Fiscalía pedía para él seis años de prisión. También fueron declarados inocentes cinco investigados más entre los que se encontraba su socio, Joan Besolí, que le acompañó durante su calvario entre rejas.
Al tercer día de empezar el juicio ya se le dio la libertad sin fianza después de que durante toda la prisión preventiva la jueza Carmen
Lamela le negara sistemáticamente las peticiones, hasta en 13 ocasiones, para salir de los centros penitenciarios de Soto del Real y Can Brians 2 bajo fianza.
Después de estar 645 días privado de libertad, resumidos en el libro ‘Un fuerte abrazo’, Rosell se querelló contra el Estado reclamando una indemnización de 29,7 millones de euros por daños y perjuicios. Sin embargo, el ministerio de Justicia solo accedió a pagarle 18.000 euros, es decir, 28,9 euros por cada uno de los días que estuvo encarcelado ●