En la montaña rusa
Se notaba a faltar el ‘speed’ de Luis Enrique, pero aquí está, y con él su montaña rusa particular y este horroroso parón liguero y de Champions que tanto molesta a los aficionados.
La proximidad del Mundial quizá hace más llevadera esta parada de la Nations League, por aquello de ver cómo se perfila la lista para Qatar. Pero vamos, fuera del Mundial y la Eurocopa, los partidos de selecciones no tienen el atractivo de las competiciones de clubs y muchos consideran estos parones muy molestos. El seleccionador de La Roja, que se autodenomina “papá” ante sus jugadores, dio la lista de convocados para los partidos de
Nations League ante Suiza y Portugal subido a una bicicleta. Nunca he entendido que a Luis Enrique le guste tanto hacer el show, tan alejado como dice estar de los medios.
Dicen que cada aficionado es un seleccionador. En el caso de España no es del todo cierto, porque no todos apoyan a la selección, pero, entre los que sí la siguen, hay un fuerte debate sobre quién debe ir al Mundial.
Y este debate, concretando en la reciente convocatoria, ha cobrado sentido. La excusa de que algunos jugadores no van a la selección porque no juegan en sus equipos, ha saltado por los aires. Marco Asensio no ha tenido casi minutos en el Real Madrid y ahí está. Ferran Torres es un quinto o un sexto delantero en el Barça, muy discutido, además, y aparece también en la lista.
Para mí no hay debate sobre si Sergio Ramos debe ir al Mundial. Su cercanía al récord de ser el jugador con más partidos de selección de todo el mundo justifica su ilusión y las presiones de su entorno. Pero de momento, Luis Enrique lo ha frenado.
La decisión de no llamar a Ansu Fati no es tampoco polémica. El papá de la selección no le necesita si solo puede jugar unos minutos. Entiendo que en La Roja solo pueden estar quienes pueden jugar a tope y Ansu no parece estar al 100%. El FC Barcelona sigue sin contar la verdad sobre su estado físico real. Lo de Ansu es preocupante.
Veremos si va a Qatar. Andoni Zubizarreta comentaba, a raíz del buen resultado de España en la pasada Eurocopa, que las selecciones dependían siempre de dos cosas, de un buen equipo o de un entrenador capaz de generar una chispa. Guste o no, Luis Enrique no genera una chispa, provoca un incendio cada vez que le toca salir a la palestra. Puede resultar agobiante, quema a sus colaboradores si no le ríen las gracias, pero genera energía y, de momento, le ha salido bien. Los resultados están ahí y nadie puede discutírselos.
Veremos qué depararan estos dos partidos de Nations League. Habrá un último amistoso ante Jordania el 17 de noviembre, y a partir de ahí ya se jugará el Mundial de Qatar. Costa Rica, Alemania y Japón nos esperan en el desierto ●