Festival nielsen
→ El danés vivió su primera gran noche europea como azulgrana con 10 paradas (45% de acierto) en la 1ª parte → En la reedición de la última final, el Barça también mantuvo ayer a raya al Kielce y es colíder del grupo B
→ En la reedición de la última final de la Champions, ante más de 3.500 espectadores, el Barça también mantuvo ayer a raya al Kielce en el Palau (32-28) con la primera gran noche europea de Emil Nielsen ante la afición azulgrana, sobre todo en una primera parte para enmarcar con 10 paradas y un 45% de acierto. Tras debutar con victoria ante el Pick Szeged (28-35), el equipo de Carlos Ortega sumó así su segunda victoria y es colíder del grupo B junto al Aalborg.
En su debut europeo en el Palau como jugador del Barça, Nielsen fue titular y se marcó una primera parte antológica de aquellas que conectan con la grada y llevan en volandas a su equipo hacia la victoria. A pesar de sufrir tres exclusiones seguidas, el Barça aguantó esa delicada situación con mucha concentración en defensa y los primeros zarpazos de Nielsen: 7-7 en el 12’ con el tercer gol de Mem.
Si Nielsen fue un muro atrás, Dika desenfundó su zurda para marcar y asistir a partes iguales, especialmente a Fàbregas, el otro faro ofensivo del equipo y MVP del choque: 13-10 en el 19’. El Kielce acusó la baja de su central defensivo, Gebala, y el Barça lo supo aprovechar con toda su dinamita.
Dos penaltis parados
El festival de Nielsen vivió su cénit en los minutos finales del primer tiempo, cuando el danés levantó varias veces de sus asientos a los seguidores culés, eufóricos ante la perspectiva de disfrutar los próximos años de todo un número 1 en la portería junto a Gonzalo.
Una doble parada a Moryto, el penalti y el rechace posterior, y otro lanzamiento de siete metros neutralizado a Remili, el fichaje estrella del Kielce, dieron alas al Barça para alcanzar el descanso con su máxima ventaja, cinco goles (18-13). Nielsen fue el elemento diferencial en los primeros 30 minutos, pero bajó el pistón en la reanudación al mismo tiempo que se animó Andreas Wolff, cuyas intervenciones reengancharon al Kielce al encuentro.
Mem logró la renta máxima (1913) en el 32’, pero el Barça estuvo después ocho minutos sin marcar y los polacos se pusieron a un solo gol: 21-20 en el 44’, cuando Ortega pidió tiempo muerto. Gonzalo salió en lugar de Nielsen (al final 12 paradas y 39%) y demostró por qué el Barça tiene la mejor portería del mundo. Tres paradas seguidas animaron el ataque azulgrana y el Barça cogió aire (24-20 en el 47’) cuando el rival más apretaba, señal de equipo campeón.
El Kielce jamás se rindió (26-24 en el 52’ y 30-28 en el 59’), pero llegó al tramo final justo de fuerzas y el Barça un día más demostró el oficio de los equipos grandes para resolver los finales ajustados. Cindric marcó el gol de la sentencia a 50 segundos de la conclusión (3128) y desató la alegría del público culé, que vio a un Barça con una velocidad de crucero muy interesante a estas alturas de la temporada en su reto de ganar la tercera Champions consecutiva (32-28) ●