ADIÓS A UN MITO
→ Roger Federer se despidió perdiendo su partido de dobles con Rafa Nadal tras tener punto de ‘match’ → El suizo, 41 años, y el español, 36, unieron sus 42 títulos de Grand Slam en un día grande para el tenis
→ El murciano Carlos Alcaraz, de 19 años, echaba mano de las redes sociales para enseñar su excitación siendo testigo de un día muy especial. También lo vio por la televisión la polaca Iga Swiatek, de 21, a quien no importaba trasnochar aún teniendo un entrenamiento matinal. Los dos jóvenes números uno del tenis mundial ejemplarizando el legado que deja Roger Federer, que asegura Rafa Nadal. Son mucho más que 42 títulos de Grand Slam, 20 y 22 respectivamente. Sus semanas al frente del ranking, las Copas Davis, las medallas olímpicas. Los números plasman el éxito, no pueden reflejar todo lo que significan.
Como Alcaraz y Swiatek, millones de personas buscaron el medio de presenciar un partido grande. Federer avisó a Nadal que la rodilla derecha no daba más tregua, que se despediría oficialmente en la Laver Cup que él, a través de su empresa, ideó como una Ryder Cup de la raqueta. La comunicación entre ambos es fluida desde hace tiempo, su rivalidad derivó en amistad a cada batalla que engordó su leyenda. Y el suizo, 41 años, quería tener a su lado al esdon pañol, de 36. El adiós soñado estaba garantizado en el O2 de Londres, ante un público entregado. Pasión. Admiración. Cómplices durante toda la jornada, también en el entrenamiento postrero del de Basilea, repartieron sonrisas por la pista, pero también clase y carácter campeón.
Competitivos hasta el último punto, cayeron 4-6, 7-6 (2) y 11-9 en 2h.10’ ante los estadounidenses Frances Tiafoe y Jack Sock. No era fácil hacer de malos de la película. Sock ya tenía experiencia, fue víctima de Federer y Nadal en la Laver de Praga 2017. Con Sam Querrey al lado, cedió 6-4, 1-6 y 10-5. Roger y Rafa no aprovecharon el punto de ‘match’ con 10-9 en el supertiebreak. Hubiera sido la guinda, pero no cambia nada.
Era el día de Federer. Nada mejor que concluirlo con una victoria, más de un año después de tener que aparcar la raqueta. No había competido desde Wimble2021. La rodilla apenas le permitió prepararse para un encuentro por parejas. Pero tiene el don de los elegidos. Dejó uno de esos golpes que aparecerán los resúmenes de la temporada. Derecha paralela y la bola entra justo por un agujero de su tamaño dejado entre el palo de la red y la cinta. ¿Suerte? Quizás. Pero con él nunca se sabe.
Dos genios en una misión, con Nadal también haciendo un esfuerzo extra ya que anda más ocupado por su próxima paternidad y tampoco había mostrado una forma adecuada en el US Open, después de la lesión en el abdominal y con la cabeza más en casa.
“Siempre serás nuestro número uno”. “Te echaremos de menos”. Pancartas de apoyo a Federer, también a Nadal por refrescar un dúo mágico, el ‘Fedal’. El balear también dejó su genialidad. Un toque de espalda venciendo la red por el lateral. La pelota se marchó ancha de milímetros. Tiafoe acudió a felicitarle. Una señal más de reconocimiento a dos fenómenos.
Uno, el más veterano, lo deja. El otro quiere seguir, no en vano triunfó en el Open de Australia y Roland Garros. También continúa el benjamín del ‘Big 3’, Novak Djokovic (35), que lo vivió desde el banquillo. Por una vez aliados.
Superada la medianoche, Federer selló su partido 1.850, 1.525 en individuales y 224 en dobles ●