Entre la selección y otros problemas
El alcalde de Kyiv, Vitali Klitschko, ha visitado Barcelona en las fiestas de la Mercè. Bien. Lo que preocupa es que en su país las cosas no se arreglan y cada vez hay más confusión. Una vez más, pedimos que la cordura impere, si es posible, para solucionar este conflicto.
En una semana de partidos de selección acostumbran a suceder en el mundo del fútbol cosas sorprendentes y novedosas. Me refiero en este caso a la exclusiva de El Mundo del Siglo XXI publicando informaciones que están bajo secreto de sumario. Como periódico es un éxito. Como barcelonista, me siento agraviado de que siempre se sepan cosas de este tipo relacionadas con mi club. El espionaje siempre ha existido, pero cuando ataca a tus fundamentos te sientes mal.
Espero que, algún día, el Barça esté por mucho tiempo ajeno a todo esto. Cosa que no va a suceder porque, al feliz final del último ‘affaire’ Rosell, incomprensible, con un tema impuestos, está a la vuelta de la esquina el juicio sobre el llamado ‘Caso Neymar II’, que va a tener mucho alcance y nos va a dar dolores de cabeza a todos los blaugrana de buena fe. Es que, además, en esta semana de selecciones nuestra plantilla ha sufrido hasta ahora dos bajas importantes que van a afectar el próximo rendimiento del equipo. Llueve sobre mojado. Siguiendo con lo de las selecciones, la actuación de España fue muy débil y deslabazada. Es un caso más de lo que está pasando en los países que importan muchos jugadores no seleccionables. Italia está fuera del Mundial, Inglaterra ha descendido, Alemania está dando tumbos y sólo Francia y Portugal mantienen la bandera del fútbol europeo. A más ‘no alineable’, menos posibilidades de los nacionales; y la tendencia es a que esto vaya aumentando en base a que hay muchos comunitarios, excelentes jugadores que no pueden fomar parte de tu selección. Situación difícil.
Es curioso que el nuevo presidente de la ECA - grupo de clubs profesionales que tiene que defender los derechos de todos ellos en pie de igualdad sea el presidente del PSG, que es un club poderoso que mueve unas cifras impresionantes, que en este momento tiene en nómina a Messi, Neymar y Mbappé, por ejemplo, y que no duda en pagar 222 millones por un jugador. Sería conveniente, por el bien de todos los clubs, que hubiese más transparencia en los movimientos dinerarios, ingresos y gastos de cada entidad. Si no es así, la competición no es justa y, por lo tanto, puede ser dañina. Depende de todos los clubs ●