Joao Félix: ¿En un callejón con salida?
→ No encuentra la regularidad, tras su prometedor inicio de campaña, en el que es su cuarto curso atlético
→ "Este va a ser el año de Joao Félix". La frase salía hace no mucho tiempo desde la zona noble del Metropolitano, en referencia a esta temporada y las expectativas que había puestos en el jugador portugués. El curso pasado lo acabó lesionado pero hasta ese momento, tuvo varias semanas del protagonismo que de él esperan todos en el Atlético de Madrid.
Era el camino a seguir por el futbolista. Y lo tomó en verano brillando en algunos choques de la pretemporada y también en el estreno liguero en Getafe, donde dio tres asistencias de gol. Pero el brío se fue apagando. Algún destello, alguna buena acción... Ha perdido protagonismo. Una vez más, hay que destacar las dificultades que encuentra Joao para dar continuidad a su juego por las continuas faltas que sufre por parte de los rivales, en muchos casos, con la permisividad de los colegiados. Se pudo ver en el derbi, cuando en los primeros minutos de juego, una patada de Carvajal y otra de Militao le dejaron tocado.
Quiso seguir jugando, pero no estaba en las mejores condiciones, como demostró el hecho de que llegó el lunes a la concentración de Portugal y hasta el domingo no pudo entrenar con el grupo a consecuencia de las molestias que sufría. No se quiere perder la cita de este martes ante la España de sus compañeros Koke, Llorente y Morata, por una plaza en la final four de la Nations League. Uno de los condicionantes que afectaban a Joao en otros cursos era el de que Simeone no acababa de apostar por él sin reservas.
Mucha competencia
Pero eso ha quedado disipado este curso, siendo titular de forma asidua, a pesar de la enorme competencia que hay en la delantera del Atlético de Madrid, con cinco delanteros de garantías, todos internacionales con sus respectivos países.
Todos coinciden en que ya es el momento de Joao Félix. La hora en la que el portugués debe dar ese anhelado paso adelante. No hay que olvidar que sólo tiene 22 años (cumplirá 23 en mes y medio), pero el luso debe ofrecer más. Da la sensación de que está metido en un callejón, pero afortunadamente para él y para el Atlético de Madrid, tiene salida ●
El cuerpo técnico rojiblanco confía en la capacidad del internacional portugués