Excelencia a los 12 años
Un niño noruego de 12 años es el último fenómeno viral de atletismo tras completar una carrera de 10 km con una marca de 34’03” que resulta inaccesible incluso para muchos adultos con preparación
No es habitual, aunque tampoco imposible, ver en España a atletas de menos de 14 años correr pruebas de 10 kilómetros en ruta o incluso medias maratones. Muchas de las carreras populares del país incluyen distancias menores destinadas a esos grupos de edad, posiblemente bajo la creencia de que las pruebas de fondo resultan una actividad de alto impacto e intensidad para organismos aún no desarrollados plenamente. Más allá de ese debate, algunos casos aislados llaman la atención. En 2020, Salvador Wirth, un muchacho de solo 13 años, completaba el medio maratón Brookings en solo 1h.16’11” y sin placas de carbono en sus zapatillas. Y hace apenas unos días, August Halle Haugen, un chaval noruego de 12 años, realizaba una marca que llamó la atención del mundo atlético: 34’03” en la prueba de 10 kilómetros en ruta complementaria al maratón de Oslo. Por supuesto, récord noruego de su grupo de edad. Y no del mundo porque tal catalogación se reserva, en esa categoría, solo para las marcas logradas en pista.
Muchísimos adultos, incluso con una preparación adecuada, son incapaces de correr al ritmo que lo hizo el pequeño August, con un promedio de tres minutos y 24 segundos por cada kilómetro. Y no era la primera vez: hace diez meses, cuando aún contaba 11 años, finalizó noveno –contando adultos– en otra prueba de 10 kilómetros con una marca de 34’43”, apenas medio minuto más.
Para su última gesta, el jovencísimo August pasó por los 5 kilómetros en 16’52”, no lejos de su marca personal (16’13”, otra barbaridad para su edad). Por supuesto fue el primer infantil en la meta y el 57º en la general, y sus marcas le han convertido en un fenómeno viral más allá de Noruega. Su cuenta de Instagram ya tiene 10.000 seguidores y posiblemente sea el atleta más joven con un contrato de cesión de zapatillas, en este caso Nike, que puso en sus pies las Nike Vaporfly Next%2 con las que batió su récord.
¿De dónde ha salido? Pues como su compatriota Jakob Ingebrigtsen, el mejor mediofondista europeo sin discusión, de la tradición familiar. Y como el campeón olímpico, sigue la fórmula de ‘niño entrenado como un adulto’. August Halle Haugen es hermano de uno de los mejores fondistas de Noruega, Simen Halle Haugen (13’37” en 5.000), y nieto de una vieja gloria, Per Halle, 7º en la final olímpica de 5.000 metros en los Juegos de Munich’72 que ganó el finlandés Lasse Viren. Es precisamente su abuelo quien le entrena junto a la madre del chico, otra ex corredora de élite, campeona de Noruega varias veces en pruebas de fondo y destacada atleta en categoría master.
Ingebrigtsen hacía estas locuras de chaval y no ha parado de mejorar. Y August quiere seguir el mismo camino ●
August es, como fue Ingebrigtsen, el paradigma de niño entrenado como un adulto